El 22 de Agosto 2018 | 21:47
¿Qué tiene 'Fortnite' que engancha tanto? ¿Por qué estamos en pleno 2018 hablando de un modo de juego gratuito de un título que de otra manera no habría logrado destacar? Qué año más raro... Lo cierto es que estamos ante un título de lucha mediante disparos, pero eso no lo convierte necesariamente en un shooter. Y ahora habrá quien se lanzará al cuello del redactor, tratando de hacer que los conductos de su aparato respiratorio acaben pegados a las paredes del habitáculo en una orgía de sangre y mal gusto. ¡Claro que es un shooter! Pues queridos amigos, y estimados críticos: no. Bienvenidos a la supervivencia real, bienvenidos al rey de la colina; bienvenidos a las armas como herramienta. Pasen y vean.
Características de un shooter online
De acuerdo, esto responde a una tipología tan inabarcablemente amplia que cualquier aspecto que yo os comunique aquí puede aplicarse tanto como cualquier de los que vosotros aportéis. Todos van a ser válidos. Es imposible que tras décadas de videojuegos, podamos condensar aquí todas las características, pero tratemos de hablar de lo básico en un shooter (online), ¿ok?
- Armas
- Munición
- Explosivos
- Modificaciones de dichas armas
- Zonas de disparo estratégicas
- Elementos de recuperación
- Zonas para parapetarse
- Juego en equipo opcional
¿Los cumple, por poner un ejemplo, 'Counter Strike: Globa Offensive'? Sí. ¿Los cumple 'Call of Duty: World War II'? Pues sí. ¿Los cumple 'Fortnite'? Frena, frena...
En 'Fortnite' hay armas. Claro que sí. De hecho, a cascoporro. Incluso al nivel de plantearnos que llevamos demasiadas y tener que administrar el espacio dejando sólo las más potentes o cambiarlas por elementos de curación u otras opciones. También hay cajas de munición, claro que sí, siempre es bueno llevar balas. Eso le gusta a todo el mundo. ¿Explosivos? Claro. ¿Modificaciones? Bueno, tal vez no tanto, pero sí que hay distintos grados en las armas. Todo depende de que encontremos un modelo mejor para reemplazarla. ¿Zonas de disparo estratégicas? Aquí empezamos a ranquear. Además muy fuerte.
La estrategia en el gameplay de 'Fortnite' dista un poco de ese modelo de pasilleo y de zonas ocultas, el de los conductos de ventilación o la "esquina fácil" para disparar. Responde más a la sorpresa, al campeo y a la búsqueda de puntos elevados. A la táctica de atacar por donde no se nos vea venir. A la creatividad por encima del estudio del entorno (si no hay escalera, créala). A este respecto podríamos decir, con matices, que 'PlayerUnknown's Battlegrounds' está un punto más cerca del shooter bélico. Es eso lo que lo distingue: no tanto las construcciones como mecánica, sino la creatividad de la que tira el jugador a la hora de defenderse o de buscar la ruta más adecuada para sus fines. Para ello, nos servimos de un espacio enorme, algo que casi lo asemeja a un sandbox en el que nos enfrentamos entre nosotros. No hay una lucha de poder por la supremacía de un bando sobre otro, sólo hay supervivientes que pueden o no agruparse. De hecho, es una seña de identidad todo el asunto de los bailes, que indica que se lleva a un nivel diferente lo que antaño quedaba en un sencillo graffiti que se borraba al acabar la partida, y que se hacía en un momento de relativa tranquilidad. Al servicio constante de la espectacularidad, nuestros personajes pueden crear puntos elevadísimos, experimentar con la construcción o enfrentarse por vías inesperadas.
¿A dónde nos lleva esto? Muy sencillo: a la realidad. Y es que 'Fortnite' es, a todas luces, un survival o juego de supervivencia en todo su esplendor. A día de hoy parece que si no hay monstruos, o alguna amenaza sobrenatural, la palabra survival no está bien empleada. 'State of Decay 2' nos mostraba un entorno de grandes dimensiones, zombis y la necesidad de hacernos con looteo para poder construir elementos y mejorar nuestra situación mientras nos enfrentábamos a hordas: aquí los enemigos son otros jugadores y todo está cronometrado para que, el mayor looteo que hagamos, sea limpiar de armas una casa en pocos minutos o derribar árboles para conseguir madera u otro material.