El 11 de Mayo 2018 | 17:52
Con el tiempo, tanto DC Cómics como Marvel han ido viendo que el público que consumía sus productos no era solo masculino, sino que también había chicas. Esto puede sorprender en un primer momento, sobre todo si tenemos en cuenta que todos los cómics iban dirigidos a ellos; el hecho de que un producto vaya dirigido a un público concreto hace que todo aquel que está fuera del target se sienta realmente fuera. Volvemos al tema de la representación: las chicas veían que esos productos no eran para ellas, y por eso no los consumían, no porque no pudieran gustarle.
Pasaron los años, y cada vez la presencia femenina fue más y más fuerte en el mundo de los superhéroes. Aparecieron superheroínas como Capitana Marvel, Wonder Woman, Tormenta, Hulka o Jessica Jones, que servían de inspiración a todas las jóvenes que comenzaban a consumir películas de superhéroes; algunas de estas apariciones realmente son muy recientes. Y es que Wonder Woman no llegó en solitario a la gran pantalla hasta el año pasado, mientras que aún hay otras que no han pasado de las series de televisión, o que están esperando todavía a dar el paso al cine.
Tomemos como ejemplo a Wonder Woman. La película de 2017 supuso un cambio total de paradigma, una buena noticia para todas aquellas personas que se consideran feministas. Porque, por primera vez, pudimos contemplar a una superheroína a la que su físico parecía no importarle (aunque siempre se mantuvo impoluta, claro; pero de eso ya hablaremos más adelante), que no dependía de absolutamente ningún hombre para vivir y que estaba rodeada solo de mujeres. Diana de Themyscira hizo que, el año pasado, muchas niñas decidieran dejar de ser princesas que necesitan de un príncipe y optaran por ser superheroínas que acaban con malvados.
¡Aunque no todas las princesas cumplen con los cánones de Disney! ¿Quién no recuerda a Xena, la princesa guerrera? De nuevo, estamos ante una mujer fuerte, valiente y luchadora. La diferencia fundamental es que Xena fue catalogada desde el primer momento como princesa, aunque como una princesa totalmente diferente. Nada de vestidos de tul, nada de príncipes azules (corren rumores sobre que mantenía una relación con Gabrielle, a la que se señaló como "su amiga fiel") y nada de buscar ayuda en los hombres. Eso es realmente la emancipación de la mujer, aunque llevada a la ficción, por supuesto.
Con todo esto, la brecha de género comenzó a romperse poco a poco. Aún no se ha roto; aún hay más princesas que superheroínas, y muchos más superhéroes masculinos que femeninos. Pero es un paso, y debemos quedarnos, como tal, con lo positivo mientras seguimos luchando por mejorar.
Los requisitos físicos de las superheroínas: la asignatura pendiente
Como hemos visto, la evolución ha sido muy positiva en cuanto a representación femenina en el mundo de los superhéroes. Esto no debe hacernos olvidar que, no obstante, aún quedan muchas cosas por cambiar y mejorar. Y una de ellas es el físico de las superheroínas; esto que vamos a explicar a continuación también les sucede a los superhéroes masculinos pero, dada la temática que estamos tratando en este artículo, nos vamos a limitar a hablar de ellas.
Si analizamos la apariencia física de todas las superheroínas, e incluso de muchas de las villanas, veríamos que muy pocas escapan al estereotipo de mujer bella que nos han inculcado socialmente. Esto no solo se refiere a que prácticamente todas sean delgadas, blancas y extremadamente atractivas, sino que también tratan de lucir como tal: se arreglan, van maquilladas incluso a las batallas, y no se desprenden jamás de sus tacones. Siendo realistas, ¿creéis que una mujer que tiene que luchar a vida o muerte va a pensar si debe ponerse pintalabios, o si los tacones serán el calzado más adecuado?
Hemos superado muchas cosas, pero continuamos teniendo metido en la cabeza que todas las mujeres deben ser "aptas para el consumo masculino" y cumplir con todos los estereotipos que la sociedad impone. Es decir, que deben ser bonitas y deben preocuparse por continuar siéndolo siempre, para que así los hombres las acepten como tal. Por desgracia, ni siquiera las superheroínas más poderosas escapan a esto. La única heroína (y princesa) que me viene a la mente con estas cualidades es Fiona ('Shrek'): fuerte, independiente, poderosa y con un físico para nada normativo. Deberíamos aprender mucho de Fiona, sin lugar a dudas, que eligió la felicidad antes que cualquier requisito estético; y si bien es cierto que prefirió el amor de un hombre (ogro, en realidad), en todo momento fue fiel a sus principios. ¡Pocas princesas hay como ella!
Hemos mejorado mucho en las últimas décadas; quedémonos con eso, y continuemos avanzando para que todo vaya incluso a mejor.