El 30 de Marzo 2017 | 10:35
Si bien nunca han formado parte de las características principales de los juegos de 'Assassin's Creed', tanto el modo multijugador como los capítulos descargables han ido ganando fuerza y peso dentro de la idiosincracia de la saga. Vale, el modo online desapareció en la última entrega, pero hasta entonces algunos títulos habían contado con modos de partidas en línea en los que predominaban las partidas a muerte ya fuera en solitario o por equipo. Quizás esta no es la mejor forma de llevar a cabo un multijugador dentro de un autoproclamado juego de sigilo, pero mucho de estas modalidades incorporaban mecánicas que, sin estar bien integradas del todo en la naturaleza del juego, funcionaban bastante bien y daban un soplo de aire fresco al título en cuestión.
¿Para qué engañarnos? Puestos a decidir mejor que no haya multijugador siempre y cuando su concepción no haya surgido de forma orgánica. No queremos modos metidos con calzador para vender más. Eso sí, si finalmente el nuevo 'Assassin's Creed' acaba teniendo multiplayer Ubisoft tendrá que poner en ellos todo lo que ha aprendido de sus últimos títulos basados en universos online.
Menos es más
Otra cosa que mejor no tener es contenido adicional de pago. Si ya de por sí los DLC son nefastos para un videojuego cualquiera, la forma en la que han sido llevados en 'Assassin's Creed' haría vomitar hasta al más acérrimo defensor de los capítulos descargables. Por un lado tenemos toda esa patulea de skins de atuendos y armas que no sirven para nada pero que ahí está, ocupando un precioso espacio en las ediciones especiales. Puro relleno. Por otro, los DLC exclusivos de tiendas concretas, los que vienen con la reserva, los que reaparecen después como juego independiente... Al final lo que tenemos es una obra completamente fracturada, que va en contra del propio concepto de videojuego como medio de comunicación.