El 25 de Marzo 2016 | 10:30
Después de perder la licencia oficial del Campeonato del Mundo de Rallies, en Evolution Studios vieron la gran oportunidad de crear algo nuevo, su propia propiedad intelectual que les hiciera distinguirse, pero al mismo tiempo sin salirse de lo que mejor sabían hacer: juegos de velocidad. Así nació 'Motostorm', anunciado en el E3 de 2005 y lanzado por primera vez en Japón a finales de 2006, y que además, tuvo el honor de ser uno de los juegos más destacados de los que llegaron con el lanzamiento de PlayStation 3.
Un clásico de culto de la generación pasada
La franquicia 'Motorstorm' es el arcade de velocidad por excelencia de PlayStation 3. Si preguntáramos a muchos usuarios de la consola por sus diez juegos favoritos, pocos nombrarían alguna entrega de esta IP entre ellos, pero los que lo hicieran, lo harían muy alto. Los fans de 'Motorstom' verdaderamente veneran 'Motorstorm'.
La primera entrega contó con la ventaja de ser uno de los juegos más destacados de un catálogo de lanzamiento de PlayStation 3 realmente mediocre, a la vez que se trataba de un juego accesible para todo el mundo, al menos en cuanto a ser un género popular. Siempre recuerdas con cariño el juego con el que das un salto generacional, y seguramente 'Motorstorm' se aprovechó de ello para hacerse un nombre entre la comunidad, pero no nos engañemos: de verdad se trataba de un buen juego. Visualmente se notaba el paso de PS2 a PS3, así como el trabajo de Evolution a nivel de recreación del entorno, y es que para ambientar este juego se basaron en el Valle de los Monumentos, una zona desértica del estado americano de Utah. Esto hizo, eso sí, que esa ambientación pudiera pecar de repetitiva para algunos jugadores, ya que las carreras se disputaban únicamente entre arena y rocas, pero la variedad de vehículos lo compensó con creces: coches, motos, buggies...
También se le recuerda por ser un videojuego realmente difícil, con una IA de lo más agresiva, y que hacía que el más mínimo error en carrera se pagara caro, algo que en un arcade de velocidad es bastante habitual. En definitiva, se podía decir que era un juego emocionante y visualmente impactante, y aunque no era perfecto, sí fue un estreno más que digno para la franquicia y la consola en sí misma.
Dos años después, Evolution Studios cambió radicalmente de tercio -al menos en cuanto a ambientación- para trasladar la marca a una isla paradisiaca en 'Motorstorm: Pacific Rift'. A pesar de triunfar en crítica -82 en Metacritic- se le achacó cierto conformismo en el sentido de haber evolucionado poco. Sí, el entorno no podía ser más diferente, pero daba la sensación de no haberse dado un gran paso adelante. Al fin y al cabo, los circuitos estaban genialmente diseñados, con más detalle aún que en la primera entrega, y la propuesta seguía siendo divertida, además de haberse mejorado los modos online e incluído un nuevo vehículo: el monster truck. Pero 'Motorstorm: Pacific Rift' pareció demasiado continuísta, e incluso también demasiado difícil porque "presumía" de unas físicas tan irreales que hacían el videojuego tremendamente exigente.
Una vez más, en Evolution Studios tomaron buena nota de las críticas recibidas y se desquitaron, si es que se puede decir así, con 'Motorstorm Apocalypse', ambientado en un escenario... apocalíptico, claro. Pero eso era lo de menos, porque ademas del salto gráfico evidente respecto a 'Pacific Rift', se notó un trabajo en cuanto a dotar de variedad al título sobresaliente 40 circuitos, 13 tipos de vehículos, un modo Historia bastante largo, una jugabilidad más frenética que nunca si cabe y unos modos online a la altura. También esta ambientación dio pie a incluir eventos durante las carreras como derrumbes de estructuras, que no eran aleatorios, pero apoyaban esa siempre presente sensación de emoción, aunque tal vez no de imprevisibilidad. A pesar de todas las mejoras incluidas, 'Motorstorm Apocalypse' no fue tan bien recibido por la crítica, y es que la fórmula seguramente había perdido el factor sorpresa.
La franquicia no acabó de la manera que seguramente merecía, y es que se despidió de PlayStation 3 para aterrizar en PS Vita con 'Motorstorm RC', un videojuego con un valor de producción evidentemente menor y perspectiva isométrica, que fue además uno de los primeros de la portátil. Por aquel entonces aún pensábamos que PS Vita estaba destinada a grandes cosas, y por eso el juego no se tuvo en demasiada consideración: todos esperábamos más. Sin embargo, no se trataba del todo de un mal juego, sino todo lo contrario: seguía siendo muy divertido y ofrecía bastante contenido para el precio que tuvo de salida -unos 6 euros-, pero no le sentaron bien ni los precedentes, ni las expectativas para con la consola.