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Especial 25 años de SNES: 6 grandes juegos que no salieron de Japón

SNES

Oriol Vall-llovera Por Oriol Vall-llovera

El 20 de Noviembre 2015 | 21:41

Celebramos los 25 años de Super Nintendo en Japón (Super Famicom ahí) con un reportaje que os trae 6 alucinantes juegos exclusivos del país del Sol Naciente. Imperdibles para amantes de lo retro.

Continuamos con el típico juego que por su nombre, difícilmente llamaría la atención a un jugador europeo que no entiende ni papa de japonés, ¿verdad? Pues debéis saber que sería un error muy grave, porque 'Deae Tonosama Appare Ichiban', también conocido por muchos como 'Appare' (mucho más sencillo, sin duda), es un juegazo como la copa de un pino, y sobre todo uno de esos en los que no importa mucho si no entendemos ni siquiera lo que pone en el menú principal. Sí, hay texto que leer, y efectivamente tendrá las explicaciones pertinentes de cómo usar los objetos del juego, o de cómo funciona el desarrollo del título en general, pero no importa. 'Appare' es una mezcla perfecta entre los juegos de guerrilla de toda la vida (al estilo del mítico 'Guerrilla War' de NES), y los beat 'em up ochenteros y noventeros. Algo así como un "Yo contra el barrio", pero cambiando lo de barrio por "los japoneses", porque lo que sí está claro es que la ambientación nos recordará y mucho a la cultura y folclore del país del Sol Naciente.

En cuanto a los protagonistas, podemos decir que serán dos (el cooperativo con otro amigo es genial, tal y como suele ser habitual en el género). Uno claramente japonés, y otro de estilo occidental, y sospechosamente afeminado. Ambos, siguiendo de una forma cómica, irónica y bastante absurda los estereotipos de la época feudal en la que se basa. El título fue desarrollado por 'Sunsfot', una compañía muy prolífera para SNES en tierras orientales, pero más bien modesta en tierras europeas (también sacó algún que otro juego exclusivo para el territorio americano), y supuso un soplo de aire fresco para un género algo trillado ya por aquel entonces, consiguiendo una evolución fantástica gracias a la inclusión de elementos más propios de otros géneros como el de las aventuras, o los RPG. Además, su gran sentido del humor se dejaba ver desde el principio, tanto en el aspecto de los enemigos (cada vez más extravagantes), como en las divertidas animaciones, y las típicas situaciones locas que solamente los japoneses saben imprimir en sus juegos.

Un gran espectáculo audiovisual

Otro de los aspectos que es independiente del idioma, es el apartado audiovisual del juego. Gráficamente luce de maravilla, con un apartado artístico que hará las delícias de los afionandos a la cultura japonesa, unos enemigos de gran tamaño que a veces pueden resultar más cómicos que peligrosos, y unos efectos visuales que quitan el hipo según qué ataques usemos en pantalla. A nivel sonoro tampoco se queda cojo, ofreciendo una música más que correcta, y sobre todo muy acorde con la estética del juego, y unos gritos / voces que dejan en evidencia a todos aquellos juegos mudos de la época. Quizá la fórmula se va agotando a medida que avanzamos, ya que no hay una gran variedad, pero sería injusto tenérselo en cuenta, más si lo comparamos con otras producciones del mismo género, mucho más vacías en este sentido. Hay muchos elementos del escenario que nos sorprenderán al ver cómo podemos interactuar con ellos, y acabaremos con la sensación de que es una pena que no viéramos más títulos de ese tipo en la época final de la era de los 16 bits. Incluso más allá de esa época, me atrevo a decir.

Appare SNES

En cuanto a la mecánica de juego, poco más se puede añadir al hecho de que nos encontrábamos ante un juego ágil y accesible desde el principio. Nuestro objetivo era simple, y por eso no hacía falta entender el idioma: avanzar y machacar. Todo aprovechando las múltiples posibilidades que nos ofrecía el juego, y que podían variar mucho en función del personaje que escogiéramos. Ambos tenían en común varias habilidades, como la posiblidad de invocar a unos seres protectores, pero la gracia estaba en que cada uno tenía sus ataques propios, cambiando y mucho la jugabilidad según la elección. Algo que, por cierto, también influía en las animaciones de estos personajes, capaces incluso de transformarse en hombres de exagerada musculatura. ¿Cómo? Recolectando unos objetos esparcidos por el escenario, que subían el portentaje necesario. Porcentaje, que a su vez, tambén servía para otros ataques como disparos, o una gran explosión. Cómo utilizarlos sería únicamente decisión nuestra.

Respecto a los guías que hemos comentado antes, estos representaban cuatro elementos básicos de la Tierra: Fuego, Aire, Agua, y Trueno, y podían ser invocados para descargar toda nuestra rabia contra los enemigos en forma de poderosas magias. En conclusión, un título muy apetecible, que ofrece diversión directa y sin frenos, que tiene una dificultad lo suficientemente alta para presentar un reto, sin llegar a desesperar (como otros del género), y sobre todo que se puede disfrutar sin miedo alguno a que el idioma suponga un impedimiento. De hecho, simplemente con las premisas que te hemos contado aquí, tienes más que de sobra para empezarlo y acabarlo sin problemas. Actualmente se puede encontrar fácilmente para emuladores, algo totalmente necesario si pretendemos echarle el guante, ya que su versión física es muy rara de ver, y muy difícil de encontrar, e imagino que su precio está por las nubes. Mejor si tienes alguien con el que jugar, pero igualmente imprescindible para los amantes del género que deseen probarlo en solitario.

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