El 20 de Noviembre 2014 | 09:21
Luis Oliván: Fictiorama Studios.
Tras vuestra experiencia, ¿cuáles consideráis los dos o tres aspectos más positivos de optar por Kickstarter?
En primer lugar, el alcance de la propia plataforma. Hoy por hoy, no hay ninguna otra alternativa igual de potente: cuando uno ve los números de Kickstarter comparados con los de otras plataformas... sencillamente no hay color.
Esto conlleva, por un lado, una base de posibles backers muy grande: cualquier persona que tenga cuenta en Kickstarter puede aportar a tu proyecto con un par de clicks. Por otro lado, la visibilidad "potencial" es mucho mayor que en otras plataformas.
Del lado contrario, ¿cuáles consideráis los aspectos más negativos, o más difíciles, a la hora de embarcarse en la aventura de Kickstarter? (A nivel económico, personal, profesional... lo que queráis comentar)
Para una persona o una empresa española, Kickstarter todavía es inaccesible, dado que hay que tener una "personalidad bancaria/fiscal" (por decirlo de alguna manera) en alguno de los países en los que opera la plataforma: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá... Así que, al final, hay que buscarse la vida de una u otra manera.
Por otro lado, todo lo que indicábamos en el primer punto, que tiene tantos matices positivos, también los tiene negativos: dado que Kickstarter es una plataforma tan potente... la competencia cada vez es mayor. Cada vez hay más proyectos interesantes concurriendo simultáneamente, lo que hace que esa "enorme visibilidad potencial" sea difícil de lograr. Además, los recursos de los posibles backers, como sabemos todos los que somos backers... ¡son limitados!
¿Cuál creéis que es el secreto del éxito para triunfar en Kickstarter?
Uy, ojalá lo supiéramos, no creemos que haya recetas para triunfar en Kickstarter. La prueba es que no son pocos los proyectos "grandes", con campañas bien planteadas y personalidades respaldándolas, que no han salido adelante.
Sí que creemos que hay factores que ayudan a que una campaña tenga más opciones de éxito: preparar la campaña después de analizar decenas de ellas, para incorporar lo que parece que funciona y evitar lo que no; intentar que el proyecto tenga ya una difusión importante antes de lanzar la campaña; hacer una planificación previa de la parte de comunicación y repartir muy bien esas tareas; tener una demo funcional que sea la muestra de que ya hay un trabajo serio hecho; estar en permanente y sincero contacto con los backers...
En cierta manera, una campaña de crowdfunding se basa en que el proyecto sea interesante, que la propia campaña se conozca... y que transmita confianza.
La última: ¿Repetiríais?
¡Sí, claro que repetiríamos! Para nosotros fue un mes de campaña (más todo el tiempo de preparación de la misma) muy emocionante, y lo mejor fue el apoyo que recibimos, tanto de los backers como de los compañeros de la industria y los medios... ¡Gracias a todos!