El 4 de Agosto 2016 | 18:55
La propia CNN, en agosto de 2013, se hacía eco del estudio 2013 Essential Facts About the Computer and Video Game Industry, de Entertainment Software Association, que arrojaba a la luz que "el 46% de los compradores de videojuegos son mujeres. Las mujeres adultas representan el 31% por ciento de la población gamer". Sin embargo, este dato contrasta con lo señalado por el periodista Antonio Santo en el documental Mujeres+Videojuegos de la periodista especializada Marina Amores: "La industria tiene 40 años y empezó como un nicho de hombres".
Desde el Proyecto Frida Kahlo, en el artículo ¿Los videojuegos son cosa de chicos? (2014), establecen tres motivos sobre el hecho de por qué los videojuegos se consideran cosa de hombres:
1- La industria del videojuego está compuesta mayoritariamente por hombres.
2- Por desgracia la influencia parental también afecta nuestros gustos y condiciona lo que consideramos 'para chicos y para chicas'.
3. No hay suficientes personajes femeninos con los que nos podamos identificar. (...) Los personajes femeninos que aparecen podrían clasificarse en dos categorías:
a. La doncella en apuros que debe ser rescatada (como la princesa Peach salvada por Mario).
b. La mujer fuerte e independiente... pero sexualizada (por ejemplo Lara Croft con su minúscula cintura y enormes pechos y caderas).
Esto es, digamos, el contexto que me encuentro cada vez que busco información sobre mujeres dentro del mundo del videojuego. Ante esto, me quedé reflexionando: ¿y si le pregunto a una mujer que realmente forme parte de este mundillo? Si bien es cierto que su opinión no será la verdad universal, es posible que arroje un poco de luz al tema.
Esta es la opinión de Rhianna Pratchett.