Por El 26 de Mayo 2016 | 13:10
Y el tercer y último reboot del presente más inmediato es probablemente el más impactante, el más revolucionario, y el de más calidad de todos. Quizá no ha calado exactamente igual en todos los medios de comunicación, o para todos los usuarios (mientras para algunos es un juego excelente, para otros se queda en un notable alto), pero la verdad es que el nuevo y flamante 'Doom' ha gustado en mayor o menor medida a todo aquel que lo ha probado, o incluso visto. ¿Y por qué ha sido así? Te preguntarás. Pues aunque todos los que ya lo han probado me dirán aquello de "qué me vas a contar" con absoluta razón, la verdad es que personalmente creo que uno de los principales motivos ha sido el hecho de que estamos hablando de una de las sagas más importantes del mundo del PC que, además de regresar a su casa, también ha aparecido por primera vez como un multiplataformas en consolas (hay que recordar que 'Doom 3' llegó solamente a la primera Xbox e incluso tarde). Si a eso le añadimos la más que clara vuelta a los orígenes no solo de la saga en cuestión, sino también de todo un género en particular, la verdad es que la bomba está servida: estamos ante un juego apetecible tanto para los fans más acérrimos de la franquicia (que ya se han dejado ver bastante en PC, cuyas ventas están siendo un éxito total), como para todos aquellos que quieran jugar a un shooter frenético y distinto en consolas, y sentir que además estamos por fin de lleno en la nueva generación.
Potencia, clasicismo y elegancia
Poner adjetivos a 'Doom' es muy fácil, e incluso podría seguir varias líneas sin mentir en ningún momento. De todas formas, creo que los tres expuestos arriba expresan muy bien cuáles son los verdaderos protagonistas de este excepcional reboot. Potencia porque a nivel visual (y aunque en PC funciona algo mejor que en consolas) es todo un portento en todas y cada una de las tres plataformas en las que está disponible. Además de una ambientación que nos ha parecido de lo más ideal, tenebrosa, y hasta creíble teniendo en cuenta que hablamos de algo tan espiritual como el mismísmo Infierno, el juego se mueve a las mil maravillas, lo cual acaba afectando a otro de los apartados más importantes: la jugabilidad. Y es precisamente por eso que el juego funciona tan bien en su estilo clacisista, capaz de trasladárnos a los shooters más ochenteros o noventeros en los que el único objetivo era disparar. Sí, en ciertos títulos podíamos encontrar secretos en los mapas, a veces los patrones de los enemigos nos obligaban a recurrir a ciertas tácticas, o incluso había que encontrar llaves para abrir puertas. Pero al fin y al cabo lo más divertido, y lo más frecuente era sin dudar acabar con esa horda de demonios, nazis, o alienígenas que salían de todas partes y que no nos daban ni un segundo de respiro. Y no, no os penséis que eran aburridos y poco variados. De eso ya se encargaban otros aspectos igualmente cuidados como la variedad de mecánicas según las armas que lleváramos equipadas, los múltiples diseños de enemigos a cada cuál más aterrador, o los ya por aquel entonces revolucionarios modos multijugador. He aquí la elegancia de este nuevo reboot, que gracias a una gran variedad y efectividad en las armas, y junto a novedades tan interesantes como las ejecuciones, resulta todo un deleite visual tanto para el que juega, como para el espectador.
De todas formas, no deja de ser muy curioso que al final, y tal y como ya auguraba hace un tiempo en este extenso reportaje de Id Software que publicamos para Zonared el día del lanzamiento de 'Doom', haya sido precisamente la campaña la que se haya alzado por encima del multijugador. Pero se entiende tras probarla, verla en movimiento, y disfrutarla hasta el último nivel. Grandes gráficos, enemigos muy variados y cañeros, ejecuciones que ponen los pelos de punta, mucho (y reitero mucho) gore, y por supuesto una banda sonora a la altura, y un desarrollo que no nos da ni un segundo para respirar. Es larga, variada (porque también nos da mucha libertad para desviarnos en ciertos momentos en los que el mapa es más extenso y abierto), llena de secretos que descubrir, y muy pero que muy trabajada. Incluso a nivel argumental, y lejos de lo que algunos se esperaban, 'Doom' brilla con luz propia, siendo capaz de contar una historia más que interesante, sin la necesidad de utilizar demasiado texto, o de cortar el ritmo de juego con múltiples y largas escenas de vídeo. En otras palabras: 'Doom' se parece mucho más a los dos juegos originales de la saga que no al último 'Doom 3', aunque también bebe de alguna de las novedades que ofreció aquel, convirtiéndose por lo tanto en la mezcla más apetecible posible entre unos y el otro. Si te gustaron los anteriores te enamorará. Y si es la primera vez que catas un 'Doom', a lo mejor te vas a ir a por los otros corriendo.
Un multijugador muy divertido, con la incógnita del futuro
Como pudiste ver en el directo que hicimos pocos días antes de publicar el análisis del juego, a nosotros el multijugador nos pareció la mar de divertido. Quizá a algunos les sabrá a poco, teniendo en cuenta que hoy en día tenemos todo tipo de productos que enfocan su desarrollo en ese aspecto: desde los shooters que destacan más por su faceta multijugador que por la campaña (como algunos 'Call of Duty') hasta los títulos que directamente apuestan descaradamente por el multijugador (no hay ejemplo más reciente que el genial 'Overwatch'), pero la verdad es que no podemos olvidar que habrá otros muchos que lo verán de un modo distinto. En otras palabras, mientras un fan de 'Call of Duty' disfruta de su genial multijugador y se contenta con la campaña aunque dure poco, un fan de 'Doom' va a disfrutar de lo lindo con la extensa campaña y el multijugador le parecerá un aditivo perfecto. Son modos de verlo, pero de lo que sí estoy seguro es de que alguno de los parecidos del multijugador de este reboot con todo un mito como 'Quake III Arena' gustarán y mucho. Vale, puede que en cuanto a contenido sea muy escaso (sobre todo por mapas, y también en modos de juego), e incluso puede llegar a ser indignante que haya que pagar el pase de temporada para obtener cosas que deberían estar desde el principio, pero probablemente el 'Snapmap' lo compensa.
Porque el 'Snapmap' es sin lugar a dudas la última de las claves diferenciadoras de este 'Doom'. Un sistema que aunque está siendo criticado por no ofrecer directamente la posibilidad de crear mods en sí mismos, ya está dando motivos para estar ilusionados de cara el futuro. De él dependerá probablemente el éxito del multijugador a largo plazo, pero tenemos que pensar que con un poco de práctica serán muchos los jugadores que le sacaran partido, creando contenidos, niveles, mapas, y retos que alargarán y mucho la vida del producto. Además, es la única forma de jugar de forma cooperativa con nuestros amigos, ya que la campaña no permite esa opción (en estas misiones pueden participar hasta 4 personas). Añadidle a esta potente herramienta la capacidad de ofrecer juego cruzado entre las tres plataformas, y de compartir las creaciones de una de ellas con las otras dos, y tenéis delante un producto realmente completo y generoso en cuanto a contenido. De momento hay poca gente jugando y creando contenido, y probablemente de ahí algunas de las críticas negativas, pero poco a poco se va viendo mucha creatividad (hasta se han visto modalidades de juego que cambian por completo el género del título), y tengo la esperanza de que el futuro será positivo. Ya acerté cuando pronostiqué una campaña excepcional, y tengo la sensación de que, por lo menos los usuarios de PC, nos darán muchas alegrías más pronto que tarde.