El 30 de Enero 2017 | 17:35
Nos vemos influidos por las películas que vemos, por los cómics que leemos, por los libros que devoramos y por los videojuegos que disfrutamos. Podremos negarlo una y mil veces, afirmar que nosotros no somos tan influenciables, pero no será verdad. Todo aquello que nos llega del exterior nos afecta directamente, nos demos cuenta o no. Aunque hablamos de algo recíproco; si bien a nosotros nos influyen los distintos contenidos culturales que podamos consumir, estos contenidos también pueden ir cambiando en función de lo que la sociedad vaya pidiendo.
Y es en este último punto donde entra en juego Marvel. Nadie desconocerá lo que es Marvel a estas alturas de la vida, pero, por si acaso, más vale prevenir que curar; Marvel es una editorial de cómics que se creó en Estados Unidos allá por el 1939. Desde entonces, ha ido creando algunos de los súper héroes más famosos del mundo, como Spider-Man, Capitán América, Hulk, Iron Man y Thor. La empresa se hizo conocida desde un primer momento, pero no fue hasta los años setenta que se convirtió en una de las editoriales de cómics más importantes de Estados Unidos. Y en el año 2009, Walt Disney, una de las multinacionales más grandes del mundo, la adquirió por cuatro mil millones de dólares.
Probablemente os estéis preguntando por qué esto es relevante. Por qué la trayectoria de una empresa nos interesa a nosotros, que lo único que queremos hacer es leer los cómics, quizás analizar a sus personajes, y ya está. Veréis, es importante porque es fundamental saber cuál es el alcance real de Marvel; no es lo mismo que sus cómics sean leídos tan solo en Estados Unidos a que comiencen a leerse en prácticamente todas las partes del mundo. Y si a eso ya le sumamos que no tienen solo cómics, sino que producen algunas de las películas más taquilleras de nuestro siglo... Podremos empezar a comprender.
Cuando Marvel únicamente se dedicaba a vender cómics en Estados Unidos, todo le resultaba mucho más fácil. Los súper héroes eran hombres, blancos y jóvenes, porque la mayor parte de su público era así. Los lectores se sentían identificados, y continuaban comprando porque sentían las vivencias de esos súper héroes como si fuera algo suyo. Estamos hablando ya no solo de la época de la Segunda Guerra Mundial, sino de todo el conflicto de la Guerra Fría que vino a continuación; el Capitán América era el favorito de todos los estadounidenses, siempre dispuesto a luchar contra los nazis y contra el comunismo.
Pero el perfil de lector ha cambiado mucho desde entonces. Los cómics ya no son solo de hombres (si es que alguna vez realmente lo fueron), sino que hay una gran cantidad de mujeres que los consumen de forma habitual. Lo normativo (el hombre blanco heterosexual) se ha quedado un poco atrás, puesto que ya no representa al perfil global del lector de Marvel. Y eso es algo que desde el equipo directivo saben perfectamente. Con el cambio de perfil de lector, también se van introduciendo cambios en los súper héroes de Marvel. Son precisamente estos cambios los que vamos a analizar nosotros: la introducción de más mujeres dentro del Universo Marvel, la aparición de personas de color y, en última instancia, también la ruptura de la heterosexualidad como lo normativo.