El 27 de Agosto 2017 | 22:00
Lo anteriormente comentado no es más que algo anecdótico, lo que nos preocupa a los que únicamente vemos un juego PvE en 'Destiny 2' no son cuatro galletas y una lata de refresco con taurina, son cosas mucho más importantes que afectan directamente al diseño de las bases del juego, es decir, a elementos que ya no van a cambiar.
Hablo de cosas como destrozar por completo la clase del Cazador en PvE con la nueva habilidad de clase que nos permite rodar con diferentes beneficios como recargar por completo el arma equipada o el ataque cuerpo a cuerpo. Esto es realmente útil en el PvP teniendo en cuenta que una recarga instantánea acompañada de una esquiva es una ventaja brutal para el Cazador. Por supuesto en PvE es poco menos que la cosa más inútil jamás implementada en esta saga. Se puede argumentar que es un añadido que no estaba en el primer juego y que no es especialmente malo, siendo algo muy cierto, el problema es que cuando comparas con la barrera de Titán o la habilidad de Hechicero que permite sanarse o aumentar el daño de las armas, pues la clase del Cazador queda relegada al ridículo más absoluto. Esto fácilmente reportará en una gran cantidad de jugadores optando por las dos clases restantes y fastidiando el bonito equilibrio que hacía que en el primer juego fueran todas necesarias en un escuadrón bien organizado.
Otro cambio de esta secuela es la organización de las armas y esto sí que es gordo. Hablamos de que ahora la ranura principal y la secundaria comparten las mismas armas principales como fusiles de asalto, de explorador, subfusiles y pistolas, la primera ranura es para el daño cinético y la segunda para cualquier daño elemental, quedando una tercera para las armas destructivas, donde se engloban todas las armas secundarias y especiales del primer juego amén de algunas nuevas. De nuevo esto ha sido bien recibido por los amantes del PvP y un auténtico infierno para quienes quieren PvE en vena. Hablamos de que lanzacohetes, escopetas, fusiles de francotirador, lanzagranadas y muchas armas más usan la munición más escasa del juego, reduciendo la variedad de armas que podremos usar en las muchas actividades del PvE de una forma dramática. Y cuando la variedad de armas de las que podemos echar mano cae, también lo hace la diversión.
Este importante cambio responde a una necesidad por parte de Bungie de un sistema que permite balancear las armas entre PvE y PvP de una forma mucho más rápida y efectiva que el del primer juego, donde las armas sufrieron constantes modificaciones de equilibrio. De nuevo, es negativo para quienes buscan variedad y diversión pura en el PvE y positivo para quienes buscan un incremento en la dificultad y un PvP más fácil de equilibrar. El tiempo nos dirá si vemos soluciones como armas exóticas que rompen las reglas y no están en la ranura que les corresponde. No sería la primera vez.