El 27 de Agosto 2017 | 22:00
La obtención de botín (o "loot") se está convirtiendo en el nuevo cáncer del videojuego moderno. Poco a poco estas prácticas para inducir a los más impulsivos a la ludopatía y al derroche de pequeñas cantidades de dinero real están permeando en casi todos los géneros para dejarnos con casos tan bochornosos como el reciente anuncio de que 'La Tierra Media: Sombras de Guerra' contará con botines de pago, así como con las muchas toneladas de juego que centran toda su progresión en la apertura de cajas, sobres, suministros, etc... Haciendo que disimuladamente (unos disimulan mejor que otros) tengan mayor ventaja quienes pagan que quienes no.
Otra práctica no menos vomitiva es la de ofrecer contenidos adicionales en productos de alimentación como refrescos y galletas. Esto no le es nada ajeno a Activision, quienes en el pasado ya han ofrecido todo tipo de recompensas a quienes consumían productos que compartían "estilo de vida" con sus juegos, véase bebidas como Rockstar y Red Bull o las galletas Pop-Tarts que ahora en 'Destiny 2' darán acceso a pequeñas piezas de botín.
Estos beneficios que van desde la obtención de botín hasta multiplicadores de experiencia para el PvP no son ni mucho menos algo nuevo, tampoco algo que deba afectar necesariamente al juego de una forma negativa. La cuestión es ¿Qué necesidad hay?
No termino de comprender qué falta puede hacerle a empresas que gastaron 500 millones en el primer 'Destiny' en obtener algo de publicidad extra mancillando lo que debería ser una estructura pura en la que todo el contenido del juego se obtuviera mediante el esfuerzo y los actos realizados dentro del mismo y no bajando al kiosko a por una lata de azúcar líquido.
Otra forma de llevar esto habría sido limitar estas promociones a contenido del Eververso, que viene a ser la tienda en la que se encuentran los micropagos del juego, limitados a contenido estético como pinturas y bailes, una práctica con la que estoy totalmente a favor. Si tienes que cobrar algo adicional en tu juego de 70 € que sea por chorradas que no afecten en absoluto a la experiencia de quienes no quieren soltar ni un euro adicional.