Crónica de Gamepolis 2019: cuando se impone lo gamer

BIGGER, FASTER, GAMER

Crónica de Gamepolis 2019: cuando se impone lo gamer

Por Jonathan León

El 26 de Julio 2019 | 15:58

Un año más, tiene lugar en Málaga el evento Gamepolis, donde se trata de reunir a todos los aficionados del videojuego, por dispares que sean.

Según reza la nota de prensa, más de 60.000 personas asistieron a la edición de este año de Gamepolis, el evento dedicado a los videojuegos que se celebra en Málaga. Ya son alrededor de 10.000 más que en 2018, algo de lo que la organización se enorgullece fervientemente. Cuentan que la celebración ha "servido para consolidar a la ciudad de Málaga como un referente internacional del sector". No cabe duda de que, a estas alturas y con siete ediciones a sus espaldas, Gamepolis se ha convertido de manera indisputable en el evento sobre videojuegos de mayor magnitud en Andalucía. Sin embargo, quizás esas grandes dimensiones y esos números cada vez más altos sean sinónimos de otra cosa: de una grandilocuencia que, por el camino, ha sacrificado la posibilidad de tener una identidad marcada.

Videojuegos, así, en general

Y es que la imagen de Gamepolis ahora mismo es la que la propia organización quiere dar: que más es mejor, y que los videojuegos son una pasión incansable que mueve cantidades masivas de dinero ("un impacto económico de 9.5 millones de euros para la ciudad" dicen que ha supuesto). La misma pasión que emana de todos y cada uno de los desarrolladores independientes que fueron invitados a mostrar allí sus juegos, y que al parecer no fue suficiente, porque solo percibieron unos 3.000 euros en premios en comparación a los 6.000 que se repartieron en el torneo de 'Fortnite'. Se ve que la pasión por Epic es más importante.

Gamepolis

Competiciones de e-Sports hubo muchas, y qué menos que sus ganadores reciban una compensación acorde. No obstante, también creo que, sobre todo en el caso de 'Fortnite', ya hay sitios y ocasiones de sobra donde repartir millonadas. En este marco en concreto, donde se trata de reunir a todo el espectro del videojuego, se me ocurren pocas personas más sacrificadas y con mayor necesidad de un empuje económico que los desarrolladores independientes. Pero está claro que, si de 60.000 visitantes sólo 9.000 se pasan por la Zona Indie (un número nada desdeñable aun así), la organización va a dar prioridad a las otras actividades que atraen mucho más público: competiciones, tiendas, youtubers, etcétera.

Durante la cena Antigamepolis, la cual se celebra todos los años al margen del evento, escuché a varios desarrolladores comentar que se intenta abarcar a un público muy amplio, demasiado diverso como para que no haya fricciones. El tópico que desde fuera ve a los videojuegos como un nicho en el que todas las personas que estén dentro tienen los mismos intereses e inquietudes, como cuando le dices a alguien que eres de Burgos y te insiste en que su primo Antonio también vive allí y seguro que le conoces. El público que va a jugar a e-Sports, a ver a sus youtubers favoritos, a lucir cosplay y comprar merchandising, a arrasar con la zona retro, a asistir a las charlas y debates, a probar títulos indies, o a saltar y cantar en un concierto de rap a pleno sol, casi nunca es el mismo. Gamepolis quiere optar por ser un evento para todos esos, ser lo más grande posible y, en el proceso, convertirse en una amalgama sin demasiada personalidad, que apunta más a la celebración de un abstracto orgullo gamer que a servir de apoyo para la industria incipiente, que es de lo que tanto se vanaglorian en sus galas indies.

Por un lado, entiendo que quieran optar por la amplitud y la variedad. La intención es que cualquiera al que le gusten los videojuegos vaya y disfrute del contenido que más se adapte a sus intereses. Pero también es cierto que el espacio y los recursos dedicados a los e-Sports son mucho mayores que los concernientes a otros ámbitos, y aquí todo el mundo que no tenga bonos o pases de algún tipo, esté interesado en la competición o no, tiene que pagar 12€ de entrada cada día.

Por mi parte, yo intenté asistir a las diferentes ponencias, jugar a los indies y hablar con sus desarrolladores, y probar los juegos de Nintendo que están por salir este año, como 'Pokémon Espada y Escudo' o 'Luigi's Mansion 3'. De estos últimos ya hablaré más detalladamente en sus correspondientes impresiones.

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