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Una crónica de BlizzCon 2016: de grandeza asumida, nostalgia y complicidad

ASÍ FUE LA BLIZZCON 2016

Una crónica de BlizzCon 2016: de grandeza asumida, nostalgia y complicidad

Por Jonathan León

El 7 de Noviembre 2016 | 16:35

Recapitulamos lo visto en la décima edición de la BlizzCon y reflexionamos sobre ello.

Por qué nos gusta Blizzard y la Blizzcon

La presentación fue de la más alta categoría, los juegos gustan a todo el mundo y gozan de fama mundial (porque son de gran calidad, eso ya lo sabemos), y esas novedades anunciadas son producto de haber escuchado los deseos de los fans, ahora emocionadísimos por que estas lleguen. Porque Blizzard juega en casa, va a lo conocido, y sabe demasiado bien lo que pide su público como para decepcionarles. Y si por casualidad fuera a suceder esto último, solo tienen que cuidar las formas y su retórica. El discurso es ya prácticamente el de las conferencias del E3 de las grandes compañías: todo muy ideal, bonito, centrado en las "experiences", todo para "you, the player"; con tráilers, invitados y esas cosas. Vamos, lo que es una empresa vendiéndose. Pero una vez más, es Blizzard, está en su propio mundo. No da conferencias en el E3 o en el resto de ferias como las otras compañías, sino que lo hace aparte, porque se lo puede permitir, porque su público le permite hacerlo.

No hay más que ver el famosísimo concurso de cosplay de cada edición, con atuendos realmente monumentales de gente dedicada a ello por pasión. Los miles y miles de fans que acuden al evento por el rollo que hay allí; hay personas que prácticamente solo juegan a los títulos de Blizzard, y eso nos dice bastante del poderío de la compañía. Por si el hecho de que 'WoW' siga siendo el MMO más popular después de 12 años no era suficiente.

También se ha notado el viraje definitivo de la desarrolladora californiana hacia lo que mejor se le da: el multijugador. Esto no es nuevo claro, a estas alturas nadie espera ver a Blizzard lanzando un título centrado en una experiencia monojugador narrativa porque les apetezca contar alguna historia particular fuera de sus universos habituales. Su objetivo es abarcar todos los campos competitivos posibles a través de sus juegos, con cada licencia perteneciente a un género completamente distinto y que tiene su principal baza en el juego online. 'Starcraft' y 'Diablo' tienen campañas, pero esos provienen de sus obras más añejas.

Overwatch League

En resumidas cuentas, lo que ha hecho Blizzard ha sido aprovechar y tirar para adelante en los eSports. Con 'HearthStone' le iba sorprendentemente bien, y ahora con 'Overwatch', mucho mejor. Además de la parafernalia típica de presentaciones de videojuegos, que al fin y al cabo eso fue sólo la ceremonia inaugural, gran parte de la convención se centró sobre todo competiciones de sus juegos. No solo los dos mencionados, sino también de 'Starcraft' o 'WoW'. Los mundiales profesionales del Hero Shooter, donde equipos representando a distintas nacionalidades se disputaban el título de campeón, fueron seguramente los más populares. Aquí mismo podréis ver quiénes fueron los ganadores de cada competición. (Spoiler: España no se llevó ningún premio, pero lo intentó).

A decir verdad, no me suele gustar que las compañías se centren tanto en los eSports. Pero si una tiene que hacerlo, me alegro de que sea Blizzard. Porque simplemente ha encontrado ahí su campo, es su especialidad, y convierten en maravillas prácticamente todos los géneros que tocan. Por eso a ninguno nos importa que las novedades anunciadas hayan sido de mayor o menor peso frente a la expectación, porque el público tiene una relación de complicidad con la compañía que esta está sabiendo mantener, y así ha sabido hacerlo todos estos 25 años. La Blizzcon es un evento para celebrar la grandeza de Blizzard, como he dicho antes. No es la única compañía de videojuegos que hace esto, ni tampoco la primera, pero es Blizzard, y ya se sabe lo que se dice con su forma de hacer juegos: no innovan, toman ideas prestadas de fórmulas sobradamente conocidas, pero su buen hacer (son accesibles, divertidos, y muy competitivos) es tal que a nadie le importa. Y eso es exactamente lo que pasa con su Blizzcon.

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