El 13 de Diciembre 2016 | 09:46
A pesar de la cada vez mayor importancia de la campaña individual, la mayor parte del tiempo que juguemos a estos videojuegos estará presente en el multijugador online. Aquí no podían ser más diferentes cada uno de ellos.
'Battlefield 1' ofrece la fórmula ya conocida de la franquicia, y esta no es sino la guerra a gran escala, con mapas amplios y cabida para todo tipo de vehículos, con el único límite del contexto histórico. Saber elegir la clase que más se adapta tanto a nuestro estilo como al mapa y modo es clave, así como jugar en consonancia con ella, ya que es el multijugador más estratégico de los tres que nos ocupan, así como el de ritmo más pausado, lo que no evita que haya zonas concretas de los escenarios donde puedan tener lugar grandes refriegas entre infantería.
De todos modos, como decía antes, el uso de vehículos es importante no solo en cuanto a desplazarse por el mapa, sino también por la ventaja que suponen en el campo de batalla. Además, como novedad en esta entrega, nos encontramos con los Colosos, grandes vehículos que aparecen en momentos concretos a favor del equipo que va por detrás en la partida, con el fin de equilibrarla. En el aspecto de la progresión del jugador, es sorprendentemente convincente, y a pesar de que no pueda ofrecer la cantidad de gadgets que las entregas ambientadas en la guerra moderna, 'Battlefield 1' sí presenta no solo artilugios, sino un buen puñado de armas para cada clase, de tipos específicos y muy diferentes entre sí.
La oferta de 'Call of Duty: Infinite Warfare' tampoco dista mucho de lo habitual, y es un ritmo absolutamente frenético en sus partidas, probablemente más que nunca. La ambientación futurista permite no ya solo el doble salto o correr por las paredes, sino una gran velocidad de movimiento en los soldados, lo que convierte las partidas en algo caótico en ocasiones y solo apto para los jugadores más pacientes, a quienes no les importe morir contínuamente. Aún así, esto no supone mayor problema cuando el tiempo de espera para la reaparición es menor que nunca hasta llegar prácticamente a cero, y es que la aparición de nuevo en la partida es inmediata. En general, Infinity Ward no arriesga en este apartado, así como en su sistema de progresión, donde cada nivel de jugador desbloquea armas, y cada nivel de estas desbloquea a su vez diferentes accesorios. Al mismo tiempo, estas armas tienen diferentes versiones que pueden contener las polémicas cajas de suministros que pueden adquirirse con dinero real. De todos modos, el sistema de misiones por facción es de agradecer a la hora de aportar incentivos para jugar de manera variada.
'Titanfall 2' tiene un ritmo más similar al de un 'Call of Duty', aunque menos frenético que las últimas entregas. De hecho, la posibilidad de hacer saltos dobles y correr por las paredes fue iniciativa de esta franquicia, mecánicas que evidentemente repiten en esta ocasión, así como diferentes potenciadores entre los que se encuentra un gancho para alcanzar zonas aún más elevadas. Se nota que está creado por la élite de Infinity Ward que hizo 'COD: Modern Warfare', y es que está pulido al máximo, pero han sido capaces de añadir el elemento diferencial en los titanes. Cuando estos entran en juego, las partidas de 'Titanfall 2' se convierten en impresionantes batallas entre colosos mecánicos y casi indefensos soldados, que sin embargo, tienen varias herramientas a su alcance para no sentirse como meras hormigas ante estos poderosos mechas.
La progresión es muy similar también a lo visto en 'Call of Duty', ya que cada nivel desbloquea armas y habilidades activas y pasivas, con un gran grado de personalización de cada soldado, también visualmente. En cuanto a los titanes, seis en total, estos ofrecen tantos parámetros customizables como los pilotos, y eso es un punto muy grande a favor de seguir jugando y consiguiendo objetos, armas o mejoras nuevas que consigan que no juguemos igual hoy que dentro de uno o dos meses.