El 25 de Agosto 2017 | 09:17
Toneladas de dinero y contrainteligencia
La segunda actividad más importante del cártel de Cali era el lavado de dinero. La cantidad de ingresos era descomunal y un problema logístico que atajar. Cada mes, sólo de Nueva York podrían sacar de siete a doce millones de dólares, eso significa alrededor de una tonelada de billetes (¡mil kilos en efectivo!). Los hermanos Orejuela crearon el First Interamericas Bank (anteriormente, también pertenecían a la Junta del Banco de Trabajadores, con Gilberto como presidente) en Panamá para poder realizar los envíos de dinero con más tranquilidad. Esto fue hasta 1985, cuando el gobierno de Estados Unidos obligó a Manuel Noriega a cerrar el banco y comenzó a controlar las transacciones bancarias de grandes cantidades de dinero.
Entonces, el cártel tuvo que cambiar de estrategia y volver al transporte más clásico del dinero para hacerlo llegar a Colombia (en 1989, se detuvo un camión con 19$ millones). Allí, parte del dinero era invertido, otra parte era convertido en pesos y se transfería a bancos estadounidenses o europeos bajo el nombre de un familiar.
Contrainteligencia
Otra de los pilares clave dentro de la organización del cártel era la contrainteligencia. La DEA, después de una redada en 1995, descubrió que el cártel había estado monitorizando todas las llamadas entrantes y salientes en Bogotá y Cali, incluidas las realizadas desde la embajada de Estados Unidos y el Ministerio de Defensa.
Limpieza social
Se podría tener una sensación general de que el cártel de Cali, en contraposición con el de Medellín, estaba mucho más centrado en los negocios (que lo estaba) que en la masacre sin sentido (véase los atentados que perpetró Pablo Escobar). Nada más lejos de la realidad, Cali tenía su propia misión ideológica de "limpiar" su país. Estas purgas, de los que ellos llamaban los "desechables", se centraban en prostitutas, niños callejeros, ladrones de poca monta, homosexuales y mendigos.
Se organizaban "grupos de limpieza social" que salían a mutilar y matar a estos grupos de personas. Los cadáveres se marcaban con una frase: "Cali limpia, Cali linda". Luego se deshacían de los cuerpos tirándolos al río Cauca, que poco después se terminó llamando el Río de la Muerte. Era tal la cantidad de muertos que aparecieron en ese río que el ayuntamiento de Risaralda cayó en bancarrota por los costes de recuperación de los cuerpos.
Hasta aquí, este no tan breve repaso de la organización y el funcionamiento del cártel de Cali. Ya sólo queda esperar unos días para que dé comienzo la tercera temporada de Narcos y ver en movimiento a los hermanos Orejuela y sus compañeros convertirse en los reyes de la cocaína de todo el mundo.