El 24 de Marzo 2017 | 00:10
Si bien es cierto que Mario Bava fue uno de los precursores de este género, sus películas son continuistas con el esquema clásico de las novelas policíacas que trataba de adaptar. Tanto en 'La muchacha que sabía demasiado' como en producciones posteriores -tales como 'Seis mujeres para el asesino' estrenada en 1964 y 'Cinco muñecas para la luna de agosto' publicada en 1969- el director dejaba ver que sabía manejar la narrativa del misterio, pero todavía no le había dado ese giro de tuerca aberrante y surrealista que define al cine giallo.
Eso sí, en la producción de Bava podemos observar una clara evolución de lo grotesco. En cada película el director se centra más en los enrevesados métodos de asesinatos y se recrea más en la violencia de esas escenas. Hay que esperar hasta 1971 para que Mario Bava estrene 'Bahía de sangre', uno de sus films más representativos y que pasado a la historia del cine por considerarse una de las mayores influencias de las que bebe la conocida película 'Viernes 13'. De hecho, en la segunda parte del slasher norteamericano, se recrea una escena de doble empalamiento que es una clara referencia a la película de Bava.
Dario Argento, el director más giallo
Pasamos ahora a uno de los mayores exponentes del cine giallo, por no decir su máximo representante: Dario Argento. Este director recoge los frutos plantados por Bava y los lleva al siguiente nivel. Al igual que en las películas del primer director, las de Argento se centran en el suspense, en la violencia descarnada y en el estilismo de los asesinatos, dándole especial importancia al plano detalle -destacan los primerísimos primeros planos de insectos, ojos y manos con guantes-, al plano subjetivo y a la cámara lenta.
Pero Dario Argento utiliza técnicas narrativas propias que le convierten en un director único dentro de este subgénero, de entre las cuales destaca la utilización del subconsciente del protagonista para impregnar al largometraje de un sabor a suspense más intenso si cabe. Con esa técnica el director se preparaba el terreno para el giro de guion final, en el que se desvelaba el misterio que se había estado manteniendo oculto a lo largo del film. Su trío de películas más representativas se conocen como la 'trilogía zoológica' y están compuestas por 'El pájaro de las plumas de cristal', 'El gato de las nueve colas' y 'Cuatro moscas sobre terciopelo gris'. No son sus mejores producciones, pero sí las que mejor representan las características básicas del cine giallo.