El 20 de Agosto 2016 | 11:12
Desde el principio de los tiempos de la animación ha sido considerado un arte menor por parte de Hollywood y de las industrias, que lo han acabado relegando a un plano underground, mientras que lo mayoritario siempre ha estado enfocado a niños. Al menos en el cine, hemos tenido una gran cantidad de películas como las de Ralph Baksi o algunas de Don Bluth que se alejaban de enfocarse plenamente a niños o que directamente iban a los más adultos.
Pero en el tema de televisión, la animación siempre ha ido enfocada sobre todo a niños principalmente, y si eso los adultos podían disfrutar de ellos si tenían una calidad y enfoque suficiente como para gustar a más de una demografía. Para las televisiones, los dibujos daban bloques de publicidad fáciles de vender a los niños pero no era igual si la serie estaba enfocada a un público adulto y hasta los 90' no hubo especial interés en usar la libertad creativa que ofrece la animación para hacer series más adultas para un público más general salvo honrosas excepciones. Entrados los 90' empezaron a extenderse las series de acción para adultos como 'Aeon Flux', en gran parte debido a la influencia de la animación japonesa, pero el género de comedia siempre ha estado relegado a un segundo plano.
Pero conforme han ido apareciendo series de humor para adultos que usaban la animación como recurso narrativo y creativo, ya es cada vez menos raro ver este tipo de series, especialmente en canales mayoritarios y en servicios bajo demanda como Netflix o la ya primitiva Newgrounds. Ha sido un largo camino y hoy día tenemos dos grandes exponentes de las comedia para adultos animadas: 'Bojack Horseman' y 'Rick y Morty', cada uno con un tratamiento diferente a la comedia, pero claramente dirigidos a adultos. Pero, ¿cuales son las señas de identidad de cada uno para una serie de comedia adulta animada?
Sin tapujos sobre temas que tratar
'Bojack Horseman' se nos vende como una serie sobre la vida de un actor de Hollywood, pero de fondo nos meten temas que nunca esperaríamos ver en series corrientes. La serie del actor nos transmite un mensaje sobre la depresión que mucha gente no suele ver a simple vista y que creen que es solamente estar triste, o un mensaje sobre el valor de la amistad y su fugacidad sin caer en la noñería y naftalinería. Cualquier otra serie habría tenido problemas a la hora de tratarlo, pero 'Bojack Horseman' aborda esos temas con una seriedad muy respetuosa aunque no lo parezca a simple vista.
La crítica social está a la orden del día, como en el capítulo "¡Ratatá, Pum, Pum!" en el que parodian de forma poco sutil y directa la visión que se tiene de un tema serio como el aborto y a algunos puede hacerles pensar cómo lo tratan. ¿Otro ejemplo? En "Hank de noche', nos muestran de forma directa cómo la gente y los medios pueden defender a un famoso de algo tan horrible como acoso sexual a sus trabajadoras con algo tan sencillo y dilapidario como "Para mí es suficiente" con un simple "No, lo hice" al ser acusado de acoso sexual. En papel, no son temas sobre los que se deba hacer humor, pero el humor y la parodia son las formas más sencillas y efectivas de hacer llegar un mensaje duro y hasta incómodo que de otra forma no se haría de notar mientras nos reímos de ello.
Cero límites sobre el humor, siempre que sea divertido
Si bien 'Ren y Stimpy' de John Kricfalusi creó un antes y un después a la hora de tratar el límite del humor visual, muchos amantes de la animación podemos decir que el One Hit Wonder de John K ha hecho más daño que bien. Sí, el humor visual con vómitos y sangre junto a insinuaciones sexuales es en muchas veces obligatorio en series de humor adultas animadas, pero muchas veces se recurre a eso con tal de ser ofensivo por ser ofensivo. Como dijo Pan pizza del canal de Youtube Rebeltaxi, "si algo es gracioso, es gracioso, y si algo gracioso es grosero, es gracioso; pero no por hacer algo grosero es gracioso". De ahí han salido muchas series de animación que usan lo grotesco como recurso mientras dejan de lado los aspectos clave de una comedia de animación y se convierten en series difíciles de ver.
En el caso de 'Rick y Morty', han sabido usar lo grosero y atrevido como algo gracioso, y tenemos muchos ejemplos de ello. En más de un episodio tenemos referencias sexuales, uso de sangre y violencia, pero siempre como recurso para el humor, a veces como hilo conductor para llevar hasta la broma y otras como broma en sí. Pero la intención nunca es crear impacto en el espectador, puesto que su objetivo final siempre es hacer reír o avanzar la historia de fondo. Como mayor ejemplo tenemos el episodio "Total Rickall" de la segunda temporada, en el se usa la violencia desmedida, la crueldad humana y la sangre para hacer comedia, pero es graciosa por cómo la presentan.