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'Call of Duty: WWII', otra vuelta más a las raíces - La Zona

Y YA VAN

'Call of Duty: WWII', otra vuelta más a las raíces - La Zona

Por Jonathan León

El 26 de Mayo 2017 | 23:02

La nueva entrega de la imperecedera saga bélica de Activision quiere probar algo nuevo, aunque la forma en la que lo hace es volviendo a lo que hacía al principio.

Año nuevo, 'Call of Duty' nuevo. A estas alturas hemos aprendido a aceptar la gallina de los huevos de oro de Activision como algo natural. Ya no tiene cabida quejarse de que salen anualmente y están sobreexplotados, más que nada porque ahora hay tres estudios dándole al tema con tres años de desarrollo cada uno, así que no se puede decir que los hacen con prisas y a lo loco. Ya que hemos asumido que 'Call of Duty' va a estar ahí siempre, año tras año y pase lo que pase, la mejor actitud que hemos podido adoptar es la de desear que, al menos, salgan bien.

Tampoco es que vayan a dar un giro de 180 grados. Me atrevo a decir que con total seguridad van a seguir siendo americanadas que banalizan la guerra cuando intentan tomársela en serio, pero al menos en el plano de lo puramente jugable se les está viendo cada vez más un cierto atisbo de ambición por querer hacer algo nuevo, en lugar de quedarse en la dulce comodidad del modelo impuesto por el primer 'Modern Warfare'. Principalmente porque cada vez hay más y mejor competencia en el mercado, que aportan cosas nuevas que los 'CoD' se ven obligados a adoptar para seguir siendo una oferta competente.

Siempre un pasito por detrás

Black Ops 3

Y ese es uno de los problemas que le veo. Para ser la serie de FPS multijugador bélicos más importante que existe, lo cierto es que nunca ha estado liderando la vanguardia de las innovaciones mecánicas, a excepción del primer 'Modern Warfare' si acaso. Evoluciona sí, pero por urgencia. Porque si no lo hicieran los otros juegos, los 'CoD' se quedarían tan panchos con sus rachas de bajas y sus "Última Batalla" para toda la eternidad. Encima, lo que hacen es implementar lo que funciona en las nuevas tendencias: 'Titanfall' popularizó los jetpacks y el wall-running y 'CoD' lo cogió; 'Gears of War' hizo lo propio con el modo Horda y ahí tenemos a los zombies.

Al final eso le beneficia. Quiero decir, al menos ya no vivimos en la época del nefasto 'Call of Duty: Ghosts', ya que cada nueva entrega viene ahora con ciertos añadidos relativamente sustanciosos bajo el brazo. Pero como decía, son cambios cogidos de otros, lo que demuestra que en realidad sí que siguen intentando quedarse en esa zona de confort suya, moviéndose sólo lo justo y necesario. Y entonces llega 'Call of Duty: WWII'. Puede parecer que la saga no quiere estancarse y que ha decidido dar un giro radical a la tónica de conflictos modernos que ya empezaba a saturar al personal, pero no hay que mirar muy lejos para ver que su principal rival hizo lo propio el año pasado, solo que con la Primera Guerra Mundial. ¿Otra vez apropiándose de lo que tiene éxito?

Eso está por ver. 'Battlefield 1' salió a finales de 2016, pero 'Call of Duty: WWII' no se empezó a desarrollar justo después. Tal y como decía, los ciclos de desarrollo son ahora de 3 años, lo que significa que Sledgehammer lleva trabajando en esta nueva entrega desde finales de 2014 (o principios de 2015, porque seguramente se tomarían un descansito), año en el que se lanzó su anterior trabajo, que fue 'Advanced Warfare'. Podría pasarme mucho rato divagando entre teorías conspiranoicas sin fundamento que incluyan desde espionaje empresarial hasta miembros de DICE y Sledgehammer yéndose de cañas y contándose lo que están haciendo con sus juegos mientras un pequeño rufián de este último estudio apunta en una libretita todo lo que hay que copiar. No obstante, prefiero centrarme en lo que considero más importante aquí, y es que 'Call of Duty' ha hecho la de "la vuelta a las raíces".

Lo nuevo es lo mismo otra vez

Rayman Origins

Una práctica asombrosamente común desde hace unos años. 'Resident Evil 7' volvió a las raíces de la saga, al igual que 'Rayman Origins' hizo lo propio en 2011. Casi parece una carta de disculpa: "Sentimos habernos ido por las ramas (je je) y haber perdido el rumbo de lo que realmente os gustaba. Somos unas malísimas personas, pero vamos a redimirnos volviendo a las raíces (je je je je)". Y es algo que me gusta en cierto modo. Significa que las compañías son conscientes de que a veces se equivocan, de que esas cosas que ellas ven como productos que hay que vender, aunque para nosotros sean obras culturales, son importantes y hay que cuidarlas. Y el resultado es que los dos ejemplos que he puesto salieron increíblemente bien e hicieron que la gente recuperara la fe en sus respectivas franquicias. Pero también eran casos extremos en los que la rama principal había crecido de manera tan rara que lo mejor era cortarla y dejar que volviera a crecer, esta vez cuidándola como es debido. Si te paras a pensarlo, 'Call of Duty' puede que haya innovado en los últimos años, pero en el fondo no ha cambiado tanto desde que empezó. No fue invadida por Rabbids ni por secuencias de Quick Time Events pegándole puñetazos a rocas gigantes.

La cosa va mucho más allá de los videojuegos. Secuelas tardías, reboots, o remakes; 'Blade Runner 2049', 'Power Rangers', y hasta el regreso del puto 'Grand Prix' con Ramón García. No pillo a nadie por sorpresa cuando digo que actualmente vivimos en una época en la que intentamos traer de vuelta el pasado como sea. La nostalgia nos seduce, se nos vende la esperanza de que hay una manera de huir hacia un tiempo en el que creíamos que todo era mejor, ¿o más bien es que entonces no nos parábamos a pensar si realmente había algo mejor? Sea como fuere, en Activision, Sledgehammer, o donde sea, han pensado que la mejor forma de hacer que 'Call of Duty' sea grande otra vez (como si no lo fuera ya), es volver a lo mismo que hacía al principio, hace ya más de una década.

WWII

Le puede salir bien la jugada si saben lo que hacen. Si no se limitan a copiar a las primeras entregas o a traernos el mismo 'Call of Duty' moderno de siempre pero con una skin de la Segunda Guerra Mundial. 'Resident Evil 7' volvió a la tensión de la supervivencia y a los entornos cerrados con puzles, pero además de eso, le dio un vuelco al asunto con la perspectiva en primera persona, al tiempo que también viraba hacia un horror más intimista y alejado del grupo de policías especiales en una mansión de la hostia que teníamos en la primera entrega. 'Rayman' volvió a las plataformas en dos dimensiones, pero tanto 'Origins' como 'Legends' podrían haberse llamado de otra forma y haber tenido a otros personajes y nadie se habría dado cuenta, porque eran juegos que se sentían frescos y rebosaban calidad.

Claro que, como dije antes, eran situaciones límite en las que ambas franquicias habían perdido el norte. Lo de 'Call of Duty: WII', en cambio, se me hace algo extraño. Para una vez que la saga ha decidido innovar probablemente por su cuenta, lo que ha hecho en realidad es tirar de lo conocido. Eso es ir a lo fácil de manera descarada, pero también es verdad que 'CoD' nunca se ha caracterizado por ser una franquicia que toma demasiados riesgos, precisamente. De ahí que no necesite especialmente este regreso, como sí pasaba con 'Rayman' y 'Resident Evil'. Sin embargo, se nos vende con la clásica carta de disculpa, la de la vuelta a las raíces que a nosotros nos gusta tanto oír. Lo que pasa es que creo que a estas alturas ya la he oído muchas veces.

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