El 28 de Julio 2016 | 13:33
Una lectura muy interesante para una tarde de julio es justamente el acuerdo de usuario de 'Pokémon GO'. Podría decir que es esclarecedor, pero lo realmente esclarecedor es el hecho de que no aclara absolutamente nada.
En los términos de privacidad de la aplicación se utiliza, como es habitual, un lenguaje deliberadamente impreciso. Se repiten términos como "cierta información" (ejemplos: "Nuestros servidores registran automáticamente cierta información sobre cómo usan nuestros Servicios las personas"; "Recopilamos cierta información enviada por su dispositivo móvil", o "tenga en cuenta que cierta información puede permanecer en las copias archivadas").
En el propio acuerdo se asume que se registran datos de nuestra ubicación para "fines de investigación y análisis, creación de perfiles demográficos y otros fines similares". Lo interesante es que esta información puede ser "compartida con terceros". De nuevo, se es deliberadamente impreciso, ya que dentro de la categoría "terceros" entra cualquier persona del planeta Tierra.
Un activo comercial para Niantic
No obstante, el fin principal de los datos recogidos con 'Pokémon GO' es un fin comercial, y es uno de los principales activos de la empresa. Aún así, se asume al firmar los términos de uso que Niantic coopera con "el gobierno y los organismos de enjuiciamiento civil o entidades privadas para aplicar y hacer cumplir la ley". Si el hecho de que cooperen con los gobiernos es algo que arqueará las cejas de más de uno, el hecho de que colaboren con "entidades privadas" es un elemento realmente chocante. Estos datos se compartirán para "identificar y detener cualquier actividad que consideremos que sea ilegal, no ética o punible".
En realidad, 'Pokémon GO' no es un caso diferente al de otros millones de aplicaciones que en la actualidad pueblan las tiendas de Apps. Pero sin haber ninguna diferencia palpable sí es un caso muy interesante para detenerse a reflexionar en cuestiones de privacidad por dos motivos: es de uso masivo y es particularmente intrusiva. Nuestro control de la privacidad en el big data es prácticamente imposible, pero sí es fácil de controlar nuestro conocimiento. Si utilizamos 'Pokémon GO', Yelp, Maps... o cualquier aplicación de localización geográfica, sería recomendable hacerlo con conocimiento de causa. El mayor problema no es el hecho de que Niantic, o la compañía que sea, haga uso de nuestros registros para fines comerciales o para la lucha contra la delincuencia, el problema es que todo lo marcado en los términos de privacidad es vago en el mejor de los casos, lo que abre la puerta prácticamente a cualquier uso para nuestros datos que se pueda pasar por la imaginación. Esto es lo palpable, lo concreto, a partir de este punto podemos conspirar.