El 15 de Febrero 2016 | 08:44
3. Bartender
No hay nada más adulto que una obra que gire en torno al disfrute de bebidas alcohólicas, pero nada de cerveza y vino, sino mezclas populares como el daiquiri, o el Margarita, y otros que no sabíamos que existían como el Black Velvet (cerveza negra con champagne), o algo tan sencillo como el whisky rebajado con agua y hielo. Pero la bebida alcohólica solamente es un marco, que aprovecha para contar historias sobre los adultos como el rechazo de los superiores comparándolos con El Viejo y el Mar de Ernest Hemmingway, o la obsesión por el trabajo reflejada en el anteriormente citado Black Velvet.
No hay acción ni erotismo, pues simplemente son historias que se dan cita en forma de los parroquianos que van religiosamente al Eden Hall, un diminuto y oculto bar de Ginza regentado por Ryuu Sasakura, el barman perfecto que solamente se ha equivocado una vez. Y sí, este último dato es importante para tratar el tema de saber recuperarse ante errores cruciales en la vida. Avisamos de que puede que os genere interés en las bebidas alcohólicas refinadas que pedir en bares de copas.
4. Spice and Wolf
¿Introducir atisbos de macroeconomía en una serie con espíritus y dioses en un ambiente medieval? Pues claro que sí, y eso nos lo demuestra Spice and Wolf, en el que vivimos las aventuras de un mercader tras aceptar que una diosa lobo con forma de mujer joven con orejas y cola la acompañe y cambie por completo sus aventuras.
Gracias a las habilidades naturales de la diosa lobo, descubren cómo el mundo mercantil está lleno de estafadores desde el más pequeño hasta un reino entero que baja gradualmente la concentración de plata en sus monedas para poder tener más dinero sin que la gente la note. Algún que otra vez sale el cuerpo desnudo de Horo, pero no lo suficiente como para considerarlo erótico o de mal gusto dado que los animadores no presumen de ello y siempre con una buena explicación argumental y lógica tras de sí.
5. Wolf Children
Había que poner sí o sí algo de Mamoru Hosoda, considerado por muchos el nuevo rey de la animación japonesa ante un Hayao Miyazaki que cada vez decepciona más, sobre todo tras El Viento se Levanta. Volviendo a Mamoru Hosoda, por ahora existen a disponibilidad del público cuatro películas: Summer Wars es más una aventura para jóvenes sobre el valor de la familia, La Chica que Saltaba a A través del Tiempo es buena pero muy de romance juvenil, y The Boy and the Beast parece que no ha cuajado tanto como esperaba, con lo que queda Wolf Children.
Claramente está enfocada a mujeres adultas, a veces con hijos, pues muestra cómo una madre ve cómo sus dos hijos crecen de forma diferente: su hijo ha salido a su padre, que era un dios lobo de las montañas y quiere seguir su instinto natural, mientras que su hija acepta el mundo humano. Una historia muy bella aunque un tanto agridulce que muestra cómo personas criadas en la misma familia pueden tomar caminos diferentes y a veces lo mejor para ellos es dejarles seguir ese camino, con poca acción, y con mucho peso del guión.