El 19 de Marzo 2016 | 12:00
Pero, ¿Y eso no debería suponer que se verá mejor si se hace más fácil animar?
Teóricamente, pero eso no significa que se funcione siempre, y al final acaba jugando en su contra. Quedémonos con el concepto de "presupuestos televisivos", y ahí empezamos a entender la necesidad de abaratar al máximo la animación, sobre todo si es una serie semanal de larga duración o que requiere de muchos detalles si es una serie de acción como es el caso que se nos presenta de Dragon Ball Super. Además, no es la primera vez que Dragon Ball en televisión peca de tener una animación más que discutible en la que las caras quedan raras o inexistentes o no muestran las bocas, o cualquier otra técnica para que haya que animar menos. Vale con coger casi cualquier episodio de Dragon Ball Z y ponerse a analizar la animación con detalle, algo que se ve mucho mejor que hace veinte años cuando se estrenó debido a que ahora tenemos pantallas de mayor definición y dispositivos de grabación de alta fidelidad.
A Dragon Ball Super se le añade el hecho de tener que ser animado en una burbuja de la animación japonesa en la que es casi imposible conseguir que tu obra destaque debido a una sobreproducción de series. Los estudios de animación además, tienen que externalizar su animación a equipos sobre los que tienen poco o ningún control, e incluso a dibujantes freelancers con salarios bajos, todos ellos trabajando bajo una presión y con unos plazos en la que no es exagerado decir que tienen el capítulo completo a tan sólo una hora de su emisión en televisión, que eso al final es lo que se quedan los fansubs. El animador Thomas Romain, afincado en Japón, comentó en su blog que los dibujantes no tienen buenas condiciones de trabajo, trabajan desde casa y ni siquiera reciben formación para dibujar acordes al estilo debido a que las empresas de animación no son siempre rentables, a pesar de que aparezcan que sí al tener series emitiéndose en la televisión nacional japonesa, y tienen que optimizar a base de recortar y recortar.
En resumen, ya desde que entendemos que vamos a ver una serie de televisión animada, la idea general es que si no se trata de una superproducción para cines, la animación tiende a verse muy resentida por el propio presupuesto. Hace años ya hubo un caso muy parecido cuando en 'Naruto' la animación del combate entre Pain y Naruto era muy deficiente. Pero Naruto no es una serie que a día de hoy es recordada por gente de treinta y cinco años a diferencia del público que ha ido a ver Dragon Ball Super por el nombre de una de sus series de la infancia, que se han encontrado de lleno con que esa serie que recordaban siempre ha tenido una animación mediocre.
¿Y por qué en los DVDs y Blu-Ray se ve mejor que en la tele?
Actualmente, con los presupuestos televisivos apenas se consiguen recuperar los gastos de la producción de la serie, pero para hablar de beneficios hay que hacer mucho más. Una vez tienen una serie terminada, es la hora de comenzar su producción en DVDs con precios casi prohibitivos que nos hacen pensar que los de Selecta Visión nos hacen un favor en España.
No es raro que con las ventas en DVDs se decida el futuro de las series de animación, de hecho lo dijo uno de los máximos responsables de David Productions a los fans de JoJo's Bizarre Adventure si querían ver animado el cuarto arco del manga. Entonces es ahí cuando entra la necesidad de ofrecer un producto mejor que lo mostrado en televisión, sin mosca del canal ni pausas publicitarias y sobre todo, con la animación modificada dado que es más barato modificarla que hacerla desde cero. Las series que recibimos los españoles licenciadas siempre son su adaptación en DVDs y por eso no pueden salir al mismo ritmo que el televisivo.
Por último, no sólo son las ventas en DVD y Blu-Ray los que sirven para garantizar el futuro de la serie, sino también el merchandising oficialmente licenciado a fabricantes de ropa, figuras y mucho más. Por ésto, no es raro que muchas series que aún están a mitad de temporada tienen anuncios de figuras Nendoroid, Figma o Play Arts Kai entre muchas otras, dado que dependen de ese dinero para tener beneficios y saber si van a poder seguir adelante con la franquicia o se dedican a otra. Visto así, las quejas de los que evidencian la mala calidad de la animación de Dragon Ball Super son de gente que tienen poca idea de cómo funciona el mundo de la animación en general, aunque sí es cierto que dicha animación ya es mala incluso por los estándares de la animación televisiva y para lo que es una serie tan importante como es Dragon Ball.