El 5 de Octubre 2017 | 21:30
1. Annabelle: una muñeca diabólica y un final desastroso
Cuando, tras de 'The Conjuring' se anunció que habría una secuela basada en Annabelle, la muñeca diabólica, todo el mundo se emocionó considerablemente. Las películas de muñecos endemoniados siempre consiguen atraer la atención del público, y era muy difícil que los productores y guionistas lo hicieron mal. Mas, pese a todo pronóstico, lo hicieron exageradamente mal.
Si aún no habéis visto 'Annabelle', debéis saber que no os perdéis absolutamente nada. Algunos sobresaltos espontáneos, una trama que no consigue sostenerse y que apenas sí acierta a explicar en condiciones todo lo que rodea a la posesión de la muñeca, y un final tan predecible como surrealista. No voy a contar nada más por si todavía tenéis pensado verla, pero si vais a hacerlo... Acompañad la película con un saco enorme de palomitas, para que así al menos haya algo que os mantenga entretenidos.
2. Paranormal Activity: una serie de catastróficos spin-off
He de confesar, antes de continuar hablando de esta saga, que he visto absolutamente todas las películas. Algunas incluso más de una vez. Y las he disfrutado. Pero eso no quita que sepa distinguir una buena saga de una que deja mucho que desear, y 'Paranormal Activity' debería haber parado a tiempo. Quizás las cuatro primeras películas podrían haber tenido sentido, y podrían haber sido consideradas "aceptables"; pero fue llegar a 'Paranormal Activity: Los señalados' y 'Paranormal Activity: Dimensión Fantasma', y todo se fue a pique.
Esta saga es el claro ejemplo de que alargar algo no siempre es beneficioso. Sí, muchos fan hemos continuado yendo al cine a ver los estrenos, pero a sabiendas de que lo que íbamos a encontrar no era bueno; es como quien quiere ver terminar su serie favorita, esa que tiene ya más de diez temporadas, pero no disfruta ya de ningún capítulo. Por cierto, aquí podéis leer la conexión entre todas las películas de 'Paranormal Activity'; esto sí que es un punto a favor de la saga.
3. Pesadilla final: La muerte de Freddy
Corría el año 1991, y la directora de cine Rachel Talalay creyó que, quizás, Freddy Krueger podía pasar a hacer gracia, a la par que dar miedo. Quizás el humor sería el punto que la saga de Elm Street necesitara. Sobra decir que se equivocó, ¿no?
Es una auténtica pena, puesto que Freddy Krueger es considerado uno de los malos del cine por excelencia, y sus películas han sido catalogadas como clásicos del terror. Pero, en este caso, esta película no merece que nadie le dedique los noventa minutos que dura.
4. La bruja de Blair, un fracaso que ensució una gran película
En el año 1999 fue lanzado 'El proyecto de la bruja de Blair', una película que consiguió hacerse rápidamente un hueco en el corazón de todos sus espectadores. No solo por ser una película independiente y obtener unos excelentes resultados, sino también por saber jugar con el terror psicológico de esa manera tan particular; si no la habéis visto, tenéis que hacerlo. Se empleó por primera vez una técnica de grabación denominada como filmación del procedimiento, para así tratar de conseguir una sensación de realismo absoluto.
Cuando se anunció 'La bruja de Blair' en 2016, la segunda parte de esa famosa película, la gente tenía las expectativas muy altas. Tan altas como su decepción posterior. Algún que otro sobresalto, pero para nada lograron romper como lo consiguió hacer la primera.
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