El 16 de Abril 2015 | 10:30
4. Sistema de progresión
El concepto por el cual según subimos de nivel, desbloqueamos unas armas o dispositivos predeterminados está acabado. 'Battlefield Hardline' propone algo diferente, y es la posibilidad solo de adquirirlos previo pago con el dinero que se consigue en las partidas online. Esto lleva a dos puntos positivos: el primero, ningún soldado es diferente, ya que permite una personalización aún mayor. El segundo, el no tener que esperar a llegar a un nivel desmesuradamente alto para conseguir el arma que deseemos, ya que muchas veces, el dinero es el único límite. La consecuencia de esto es clara, y es un mayor equilibrio entre niveles: no hay tanta distancia entre un jugador de nivel 30 y uno de nivel 15, al menos en lo que a equipamiento se refiere. La sensación de progresión es un aspecto clave de los shooters competitivos si se quieren mantener en el largo plazo, y Visceral Games ha dado en el clavo. Algo, todo hay que decirlo, difícil de implementar en un contexto bélico en el que el dinero no tiene sentido, pero eso es trabajo de DICE, no mío.
5. Diseño de mapas
'Battlefield 4' tenía mapas más grandes, en consonancia con su modo estrella, Conquista Grande, pero cometía dos errores: los cuellos de botella (en Operación Locker y Operación Metro son de escándalo) y que simplemente, en algunos de ellos no caben 64 jugadores. Por el contrario, en 'Battlefield Hardline' se encuentran unos escenarios diseñados al milímetro y pensados especialmente para disfrute de los nuevos modos, sobre todo Atraco, Puente, y Dinero Sangriento. Añaden además un plus de verticalidad totalmente aprovechable con la tirolina y el garfio, y encajan en los modos clásicos de 'Battlefield': el mencionado Conquista y Todos contra Todos. Está por ver cómo se implementan los mapas y modos que irán llegando vía DLC, pero por el momento, este apartado es de notable alto.
6. Nuevos dispositivos
Respecto a la verticalidad que mencionaba en el punto 5, el garfio y la tirolina cumplen un papel clave, sobre todo esta última. Por todos los fans de la franquicia es sabido que una de las peores cosas que pueden existir en 'Battlefield' es tener que recorrer distancias más o menos largas a pie, y esta nos evita ese marrón. Además se encuentran nuevos mecanismos de defensa como la máscara de gas o el escudo balístico, o de ataque, como el dispositivo de sabotaje de vehículos o la mina láser. Diferentes ventajas para un contexto diferente, pero perfectamente adaptable a la guerra moderna que propone la saga numerada.
7. Equilibrio entre clases
El poner todas las armas a disposición de todas las clases fue un error en 'Battlefield 4'. Cada clase debe especializarse en un aspecto de la partida, pero siempre mantener un equilibrio por el cual, todas sean útiles en cada modo de juego, y así es en 'Battlefield Hardline'. No es nada complicado ir sumando puntos con cada una de ellas, y por ejemplo, uno de mis puntos flacos como jugador de 'Battlefield', los disparos con rifle de francotirador, sin aquí más sencillos gracias a las distancias más pequeñas. Además, prácticamente todos, excepto el Operador, disponen de dispositivos antivehículos, pero este posee los siempre imprescindibles botiquines y herramientas de reanimación. Si cada clase es útil en combate, al final eso fomenta la diversidad, y con ello, la falta absoluta de monotonía.
