El 27 de Agosto 2017 | 09:10
Ha habido una gran cantidad de violaciones en 'Juego de Tronos', la primera de ellas nada más comenzar la primera temporada. Khal Drogo y Daenerys Targaryen acabaron siendo una de las parejas más bonitas de toda la serie, sí, pero no debemos olvidar que, en un primer momento, ella fue vendida a él como si de una mercancía se tratara.
No obstante, nos hemos quedado con dos violaciones totalmente distintas, y en las que seguramente ya estéis pensando. La primera es, obviamente, la escena de Jaime y Cersei Lannister ante la tumba de su primer hijo. Jaime debía sentirse especialmente excitado ante el cadáver de su primogénito, nadie sabe por qué, y acabó forzando a su hermana (y madre de sus hijos) a mantener relaciones justo allí. Jaime Lannister es un personaje que ha ido evolucionando mucho con el paso del tiempo, pero esta violación es algo que no le perdonaremos fácilmente. Porque aunque Cersei no sea tampoco santo de nuestra devoción en todo momento, es una madre que fue violada ante su hijo muerto, y eso es más que suficiente como para que sintamos empatía hacia ella.
La siguiente violación también la conocéis de sobra. Sansa Stark, la mayor de las hijas de Ned Stark, ha tenido que pasar por mucho para sobrevivir. Tuvo que soportar ser casada con un auténtico monstruo, Ramsay Bolton, del que no sabía nada, y que la vejó hasta el final. Todo comenzó durante la noche de bodas, en la que la violó delante de Theon Greyjoy (que aparecerá más tarde en nuestra lista, por supuesto; él merece una posición especial). Pero no paró ahí, por desgracia. Sansa se ganó un lugar en nuestro corazón al mantenerse tan firme, tan estable, tan cuerda; demostró ser una auténtica luchadora, pese a haber sido educada como una dama. Nos hizo ver que ambas posturas no son opuestas, sino complementarias.
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