El 16 de Agosto 2016 | 17:01
Una estructura por capítulos
Si algo han puesto de moda los juegos episódicos de Telltale Games y 'Life is Strange, es que una estructura por episodios ayuda a condensar mejor la historia si se hace bien, o a partirla como en una charcutería si se hace mal. 'Final Fantasy XV' aboga por esta división estructural de la historia, que a un juego que presume de durar 50 horas le puede venir bien.
'Final Fantasy XIII' ya lo hizo en su día para separar los eventos de los distintos grupos de personajes, y suponía un descanso para el jugador obsesivo que estará haciéndose el juego del tirón. Aquí se vuelve a esa estructura partida para que el jugador se relaje y asimile todo lo que ha pasado. Lo que antes nos parecía extraño, ahora lo hemos asimilado como un nuevo recurso narrativo que fuerza a estructurar bien los contenidos de cada episodio, y parece ser que en todos y cada uno de ellos tendremos nuestra ración de combates contra enemigos gigantes, misiones, submisiones y demás.
Un fuerte énfasis a "lo que importa es el viaje"
Muchas veces se dice que lo mejor de un viaje no es llegar al objetivo, sino lo que pasa en el camino. Muchos juegos nos prometen un gran final al final de todo nuestro esfuerzo y nos encontramos con casos como 'Life is Strange' o 'Mass Effect 3', que tiran por la borda todos nuestros esfuerzos debido a exigencias narrativas y lo reducen todo a una decisión final.
Un mal final puede ser letal para un juego si han decidido prometer uno a la altura en vez de dar un viaje que sea digno para recordar. Es en esta ocasión cuando nos damos cuenta de la importancia de la afición a la fotografía de Prompto, la de retratar esos momentos durante nuestro viaje en los que hemos luchado contra decenas de enemigos y conocido a gente, porque lo que importa en el juego no es llegar al final, sino cómo lo hemos hecho, lo que hemos aprendido y cómo hemos mejorado poco a poco. Y justo eso de madurar, mejorar y conseguir cosas poco a poco es una parte crucial de la historia una vez tenemos un objetivo claro tras el inicio del segundo episodio.