Por El 15 de Diciembre 2016 | 18:17
13. Yoshi's Island
La llegada de 'Super Mario World' a SNES dejó a muchos jugadores en su época con ganas de más. No del fontanero o del Reino Champiñón, sino de una de las más queridas mascotas del mundo de los videojuegos: el glotón dinosaurio Yoshi. ¿De dónde surgía? ¿Por qué no podía vivir una aventura propia sin tener que ser tirado a un foso por el bien de su amo? Nintendo escuchó y otorgó a los fans lo que deseaban: en 1995 salió al mercado para la misma consola 'Yoshi's Island'.
El juego se presenta con una estética llamativa y original, colorida y semejante a la que un niño pequeño podría dibujar. Y con razón: aunque controlamos a Yoshi, nuestro objetivo es llevar a una versión bebé de Mario de vuelta a casa, mientras nuestros enemigos intentan llevárselo a toda costa. El juego destacó gráficamente por revolucionar en las capacidades de la consola, y la verdad es que aunque se han intentado emular en algunas secuelas no se ha terminado de replicar con éxito.
Debes darle una oportunidad. Su estética excepcional, su jugabilidad distinta a la de otros juegos de la saga 'Super Mario Bros.' y todo su gran cantidad de contenido te llevará a descubrir uno de los mejores juegos de SNES. No podrás olvidarlo tras unas partidas, y en el futuro lo recordarás con gran cariño.
12. The Elder Scrolls V: Skyrim
Cuando el mundo de Tamriel se ve acechado por la amenaza de los dragones todo parece perdido. Destruyen pueblos, tierras y atacan hasta al más inocente de sus ciudadanos. Pero no temáis: el Sangre de Dragón llegará y acabará con el terror a base de armas legendarios y gritos de batalla que se llevarán todo por delante.
Esta es la historia de 'Skyrim', quinta entrega de la legendaria saga 'The Elder Scrolls'. El título de Bethesda hizo historia al ser el más reconocido de la franquicia, ya que simplificó su sistema de juego y RPG para hacerlo más accesible a recién llegados. El mundo abierto que se presentaba era sencillamente único para la época, en el que podíamos recorrer todo un universo de posibilidades para hacer las cientas de misiones secundarias existentes, añadir mods para hacer el cafre o sencillamente seguir la historia principal, si es que eras capaz de acordarte de ella tras cincuenta horas de juego distraído con la belleza del mundo.
No es el RPG más completo del mundo, pero su simplicidad hace que sea un título obligatorio por el que debes pasar. Su mundo perfectamente elaborado quizás te lleve a querer descubrir y probar otros títulos semejantes, pero si no vas a seguir disfrutando de la fantástica tierra de Skyrim. Una vez juegas y te pierdes entre sus batallas, construcciones e incluso libros descubrirás que las horas han pasado a una velocidad increíble no porque te hayas trasladado a su mundo, sino porque has migrado a él sin desearlo. Se ha publicado recientemente una remasterización del juego con todo su contenido descargable incluido, por lo que es imposible que te puedas negar a volver allí.