El 14 de Marzo 2017 | 00:13
El próximo 17 de marzo se estrena una de las películas más esperadas de este año por cientos de seguidores de Disney: el remake en carne y hueso de 'La Bella y la Bestia'. El film tendrá como protagonistas a Emma Watson y Dan Stevens, lo que ha provocado que el entusiasmo por ver la película sea aún mayor.
Hay muchos factores que hacen de esta película toda una promesa cinematográfica, aunque también hay algún aspecto que podría jugar en su contra. Por ejemplo: se le está dando tantísima fama, tanto bombo, que probablemente haya quien se sienta decepcionado tras verla. Porque por muy buena que sea, las expectativas que nos creamos al ver tanta espera, tantas ganas por parte de la población, siempre son mayores que lo que realmente obtenemos.
Puede que nos equivoquemos, y que 'La Bella y la Bestia' acabe siendo una de esas películas que sorprende para bien. Hay pocas, pero las hay. Esas que acaban emocionándote, y que se quedan con un pedazo de ti para siempre. Parte de una base muy positiva, y es que el guión de 'La Bella y la Bestia' que adaptó Disney es una auténtica obra de arte. En sí, la película es una de las más valoradas por la audiencia de Walt Disney, porque cuenta una historia de amor "poco" tradicional.
No es el típico príncipe que salva a la princesa de todos sus males. Y es que ni Bella es ninguna princesa, ni la Bestia demuestra ser un príncipe hasta el final de la película. Ella es una mujer libre (dentro de lo que el contexto histórico le deja) que decide salvar a su padre de los errores que él mismo ha cometido. Y la Bestia acepta el trato, porque lo único que quiere es un rehén, alguien que pague por lo que ha hecho. No obstante, poco a poco van conociéndose, y él acaba enamorándose de ella. Y ella de él, independientemente de su aspecto físico. Es entonces cuando él prefiere verla libre, prefiere dejarla ir, aunque eso implique no volver a tenerla jamás a su lado. No es el amor más idílico de todos, pero sí es uno de los menos tóxicos que podemos ver reflejados en Disney.
Pero... ¿Merece la pena ver la película, conociendo ya la historia completa de antemano? Eso es lo que nos vamos a plantear hoy. Si aún estáis dudando, aquí tenéis cinco razones por las que debéis a verla, y una por la que lo mejor que podéis hacer es quedaros en casa en lugar de ir al cine. ¡Vamos a ello!