El 4 de July 2017 | 18:10
El mundo del cine no está tan avanzado como quisiéramos pensar, ni mucho menos. A día de hoy, la población que realmente puede verse representada en la gran pantalla es muy poca, podría reducirse a personas blancas, heterosexuales y con un cuerpo normativo. Hay excepciones, pero, por desgracia, son las menos.
Aprovechando que nos encontramos cerca de la celebración del World Pride (que este año tendrá lugar en Madrid), del día del Orgullo del colectivo LGTB, hoy quería tocar un poco más de cerca este tema que tanto nos toca a todos. Porque todos, como personas que somos y como seguidores del cine que nos podemos llegar a considerar, hemos sido capaces de ver que la representación del colectivo LGTB tanto en el cine como en la televisión es muy baja. No solo no hay parejas homosexuales, sino que, además, la bisexualidad es prácticamente como si no existiera. La transexualidad se ha tocado en algunas películas aunque, por desgracia, el desconocimiento es aún muy grande y pareciera que los guionistas no hacen más que empeorar esto en lugar de mejorarlo. Al igual que la homosexualidad o la bisexualidad, la transexualidad es otro gran tabú que algún día deberíamos poder eliminar.
Porque el problema de que no se muestren en el cine otras identidades sexuales, o incluso otras identidades de género, es que no se normalizan. Se invisibilizan, se ocultan, se tratan como si no existieran, cuando no es así. Por supuesto que existen, y por supuesto que son tan válidas como la heterosexualidad. Pero hay niños y niñas que crecerán viendo películas de Disney, por ejemplo, en las que todas las princesas acaban con príncipes; y aquellas niñas que se comiencen a sentir atraídas por otras niñas se preguntarán por qué las princesas no pueden estar juntas. Y los niños comenzarán a cuestionarse si no hay otro príncipe para hacer compañía al primero. El mostrar relaciones homosexuales o bisexuales en televisión no haría más que demostrar a todos esos niños que lo que sienten es natural, que no hay nada de malo en ello, y que deben vivir su identidad sexual con toda la libertad del mundo.
Hay pocas películas que podamos declarar realmente representativas dentro del colectivo LGTB, y, por desgracia, algunas de ellas se limitan a la índole sexual y no abarcan más allá. Pero también hay algunas que son preciosas, que te hacen ponerte en la piel de una persona que se siente incomprendida por la sociedad y, sobre todo, que permiten visibilizar una situación tan común como normal. ¿Queréis conocer algunas de estas últimas?
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- - Parte I
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