El 21 de Septiembre 2016 | 21:18
Julius Erving había seguido una trayectoria en Philadelphia similar a la de Charles Barkley, con varias temporadas a un paso del gran premio. El Dr. J es uno de los jugadores más espectaculares de la historia y precursor de los grandes dunkers de los años 80, como Dominique Wilkins o, por supuesto, Michael Jordan, y formaba parte de un equipo competitivo pero al que le faltaba una pieza para dar ese paso más necesario para alcanzar el anillo de campeón.
Esa pieza llegó en 1982 con Moses Malone, uno de los pivots más rocosos de la época, anotador y seguro de vida en el rebote. Ambos, junto con Maurice Cheeks, Andrew Tooney o Bobby Jones formaron un equipo que llegó a las 65 victorias en temporada regular. Antes de comenzar los playoffs de aquella temporada, Malone vaticinó que los Sixers no perderían ni un solo partido en las eliminatorias por el título: "Four, four, four", dijo, en alusión a los partidos necesarios para superar cada fase. Falló, aunque por poco: solo perdieron uno, en la final de la conferencia Este frente a Milwaukee, deshaciéndose de los Lakers en la Final por 4-0.
