El 23 de Abril 2014 | 18:41
ANDREA GIL
Mi historia con Game Boy se remonta a 1993, aproximadamente. En aquel entonces no era mas que una niña, que se pasaba el día viendo como "los mayores" jugaban a las máquinas arcade del bar de mis padres, donde prácticamente vivía. Tenía una consola de sobremesa, Sega Master System, pero no podía usarla como yo quería por que estaba en casa de mis abuelos, y allí me tenían prohibido jugar mas de una hora al día. Cosas de críos.
Pero un buen día, apareció mi padre con una cajita donde dentro, se escondía esta maravilla en forma de ladrillo: Game Boy, y con ella mi pasaporte a poder jugar donde y cuando quisiera.
¡La de horas que estuve pegada a ella! Gracias a Game Boy no solo avivé mi ya floreciente amor por los videojuegos, sino que también descubrí una de mis grandes pasiones: la música. Pinchar unos auriculares a la salida de cascos de Game Boy era simplemente mágico, me pasaba horas simplemente escuchando la música de los juegos. El principio de una gran amistad.
'Stranded Kids'
Este es uno de los juegos que mas tiempo me mantuvo pegada a la consola. Ya para Game Boy Color, este RPG de Konami salió a la venta en 1999. Podíamos elegir entre ser un niño, Ken (aunque le podíamos poner el nombre que quisiésemos, como es costumbre en los RPG) o una niña, Mery. Nuestro personaje comienza su aventura cuando despertamos en una isla desierta, solos, tras haber naufragado el barco en el que viajábamos con nuestra familia y muchos mas pasajeros. En la isla, nos la tenemos que apañar para sobrevivir, solos, buscando comida, agua, evitando que nos mate alguna fiera salvaje, teniendo cuidado de calentarnos cuando hace frio...
Pero no solo se trata de sobrevivir, sino que conforme vamos avanzando en el juego descubrimos que quizá no estemos solos en la isla, nos encontramos con restos de una antigua civilización, y mucho más.
Quizás os suene la mecánica del juego, y no estaríais muy descaminados. 'Stranded Kids' es la primera de las entregas de la saga que mas tarde pasaría a llamarse 'Lost in Blue', aparecida en Nintendo DS y Nintendo Wii. Personalmente,y puede que la nostalgia me nuble el juicio, creo que esta primera entrega es bastante mas compleja e interesante que las posteriores, sin querer desmerecerlas tampoco. Lo que si se es que me lo pasé pipa con mi Game Boy Color, buscando setas, averiguando si eran venenosas o no, cazando animales, cocinando su carne, fabricando herramientas con su piel...y en definitiva, sobreviviendo.
'Piratas 1000 en 1'
Cuando recibí mi primera Game Boy, no vino vino con un juego, sino con "muchos". En un solo cartucho. Se trataba de uno de los inolvidables "cartuchos piratas" donde bajo la promesa de incluir mil juegos en uno, nos daban entre 8 y 12 juegos con los que disfrutar a un precio mucho mas asequible. Generalmente mezclaban un par de novedades jugosas y el resto, juegos clásicos del catálogo, que no ocupasen mucho, para dejar sitio para las roms mas grandes. No podían faltar 'Super Mario Land', 'Soccer', 'Excitebike', y como no, el incombustible 'Tetris'...se repetían en casi todos los cartuchos.
Eran la alternativa barata que solían tomar nuestros familiares a la hora de regalarnos un juego, pues por regla general costaban bastante mas baratos que un cartucho original, y nosotros estábamos mas contentos al tener muchos juegos en uno.
Gracias a ellos incluso pudimos disfrutar de algunos juegos que no llegaban de forma oficial a nuestras tierras, como títulos basados en series anime, o incluso yendo mas allá, juegos creados por los mismos piratas como 'Sonic 6' o 'Super Mario 4'.
No era muy ortodoxo, pero me dieron muchísimas horas de diversión, y a día de hoy cuando veo alguno de estos juegos piratas en algún mercadillo, tienda de segunda mano o similares, algo me impulsa a comprarlos casi de manera compulsiva. Como diría Forrest Gump... son como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar.