El 28 de Octubre 2016 | 00:30
1 - Mundo abierto (Open air world)
Desde hace años, Aonuma vive obsesionado con la intención de abrir la saga 'Zelda'. Poco a poco, entrega a entrega, cada nuevo 'Zelda' ha tratado de aportar una aproximación diferente a la interconexión en el mundo, y a la vez desde una óptica diferente a lo que los juegos de mundo abierto tradicionales proponen. 'Zelda: A Link Between Worlds', como exponente más reciente, vino a romper la estructura de progresión de la franquicia, sin aportar un hilo conductor claramente fijado. Sin embargo, en 'Zelda: Breath of the Wild', el paso es mucho más contundente.
Todas las imágenes vistas hasta el momento se centran en la capacidad de mostrar un mundo enorme y enormemente abierto. El recurso es generar sensación de horizonte. De esta forma, el campo abierto es el plano en el que se desarrolla el juego, y no sólo una tierra para conectar diferentes puntos, como podría ser en juegos anteriores de la saga. Aquí, en 'Zelda: Breath of the Wild', el grueso del juego se desarrolla a través de eventos, encuentros, puntos de unión entre diferentes partes del propio juego.
2 - La clave es la interacción con el universo
Para convertir ese mundo abierto en una experiencia verdaderamente conectada es necesario que se desplieguen nuevas posibilidades de interacción para Link. Aparecen así nuevas mecánicas que se entrelazan, y veremos hasta qué punto se aprovechan en la experiencia final: mover rocas para abrir accesos o aplastar enemigos, talar árboles... crece la interacción a demanda del diseño del entorno.
3 - Nuevos movimientos, escalada
La escala merece mención especial, ya que cumple un papel crucial y doble: en un primer término es la vía de llegar a nuevos puntos elevados, la segunda, es la capacidad de explorar. El constructo de horizonte es la organización básica para este mundo abierto, y la exploración, lejos del GPS, se convierte en una guía visual en la que tiene todo el sentido subir a un punto elevado para localizar objetivos lejanos.
4 - El mundo y sus gentes, creando cultura en Breath of the Wild
Habrá ciudades, habrá pueblos, pero fundamentalmente hemos visto en el universo desarrollado la vida salvaje de bestias y habitantes. De esta forma, el mapa está repartido en forma de eventos, con encuentros de poblados enemigos, también con encuentro de aliados. Tiene en su origen la saga 'Zelda' esa idea de descubrimiento, de una aventura que invita al descubrimiento, con lo que esa idea de eventos repartidos por el mundo invita a conocer la cultura de 'Zelda: Breath of the Wild'
5 - Un aventurero es también un superviviente
A la vez, también se incluyen elementos muy convencionales en títulos actuales. Uno de ellos viene con la posibilidad de recolectar ciertos objetos y mezclarlos. Así, el crafteo llega a 'Zelda: Breath of the Wild' aportando una experiencia nueva dentro del desarrollo, que se materializa en una especie de sistema de cocina en el que Link generará nuevos ítems mezclando materiales.
6 - La fauna de un mundo vivo
Casi recordando a la cara más reciente de 'Tomb Raider', y en continuidad con esa secuencia de supervivencia y mundo abierto que se viene exponiendo, la fauna se convierte en un elemento muy presente en el universo de 'Zelda: Breath of Wild' con opciones de caza y pesca.