El 27 de Junio 2017 | 16:03
1. Es usar una marca y convertirla en nueva marca
No queremos ser excesivamente puritanos, y que las cintas viejas no se toquen, ni se hagan nuevas entregas. Sin embargo, una serie de remakes como los de Universal parece la forma de hacer productos fáciles a costa de llevar el nombre de "monstruos de la Universal", aka Dark Universe. Cualquier nuevo enfoque que se quiera dar de esta serie de personajes literarios clásicos nos parece interesante, pero la venta de una franquicia per se da más miedo que las propias historias de ultratumba.
2. Todo gira a su conveniencia, primero Drácula era el inicio, y ahora lo ponen en La Momia
Cuando se hizo 'Drácula, la leyenda jamás contada', parecía el despegue de la Dark Universal. Primero se decía que iba a ser el inicio de Dark Universe, ahora se dice que no, que es un proyecto independiente y que 'La Momia' era ese punto de partida. Bien, pues he de decir que aunque la cinta protagonizada por Luke Evans no cosechara buena taquilla ni críticas, sí me pareció una manera muy interesante de darle la vuelta a la historia de Drácula. Al menos recibió mejores críticas que 'La momia' de Tom Cruise.
3. Fueron especiales porque el terror del cine antiguo era especial
Sí, el terror de los años treinta no es como el de ahora. Sin ser una experta en el expresionismo alemán que influyó en las primeras películas de los monstruos, sí que se puede apreciar muy bien esas miradas que te ponían la piel de gallina. Ni qué decir la evolución notoria en filmes como 'La mujer y el monstruo', donde la música jugaba un papel primordial en el sentimiento de terror.
Hoy en día, bastante acostumbrados a escena de todo tipo, son los sustos los que nos generan ese miedo, aunque en 'La momia' parece una vuelta a las películas de los 90, con tormentas de arena, criaturas poderosas y amenazas a los humanos. Vamos, es como una película de superhéroes, pero sin superhéroes. Si Boris Karloff se postrara ante Tom Cruise con su mirada penetrante atravesada por un halo de luz, hacía temblar todo el sistema de efectos especiales de la producción.