El 6 de Octubre 2016 | 00:30
Matthew Dellavedova (75)
Un jugador de equipo, especialista defensivo y tirador cuyo mayor talento es sacar a pasear los codos demasiado a menudo, tiene la misma media que un talento como Brandon Jennings y más que jugadores más válidos como Austin Rivers o Dante Exum. El tener un anillo de campeón influye, pero seguramente no debería hacerlo tanto ni para su rating ni para el señor contrato que acaba de firmar con los Bucks.
Tristan Thompson (81)
Cuando el mejor jugador de baloncesto del planeta habla maravillas de ti y casi exige tu renovación, y firmas un contrato de 82 millones por 5 años, ¿quién es 2K para decir que no eres uno de los mejores centers del planeta? Sea como sea, 8 puntos y 9 rebotes no parecen suficientes para que el canadiense sea uno de los pívots top del juego.
Dwight Howard (84)
Hace ya tiempo que Howard no es aquel pívot dominante que era en sus primeros años en Orlando, concretamente no lo es desde que salió de allí rumbo a los Lakers, donde se convirtió en uno más. A la sombra de Harden en Houston, ahora busca volver a lo que era en Atlanta. Dio mucho juego en su visita a El Hormiguero, de hecho bastante más del que lleva dando en la cancha últimamente.
Jeremy Lin (76)
Lin lleva viviendo de la Linsanity unos cuantos años, y es que unos cuantos partidos extraordinarios en la Gran Manzana le han valido para labrarse una carrera en la NBA, dando tumbos por varios equipos y siendo incapaz de asentarse en uno solo. Evidentemente, no es ni por asomo el base que 2K cree que es y tampoco mejor que otros como Emmanuel Mudiay o Elfrid Payton, con valoraciones inferiores.
Omer Asik (75)
El turco se ha consagrado como uno de los grandes atracadores de la NBA, recibiendo contratos de estrella que ni mucho menos se ven refrendados en la cancha. Un auténtico holgazán que lleva años sin justificar su sueldo y que probablemente nunca haya dado ni siquiera el 70% de lo que es capaz.