El 31 de Julio 2015 | 18:45
Si tengo que pensar en un clásico de los videojuegos, no puedo evitar recordar el que fuera uno de los grandes del rol del momento: Baldur's Gate. Lo continuaron otros que intentaron mantener el estilo y la esencia pero, por desgracia, no lograron el efecto deseado. Icewind Dale y Neverwinter Nights no fueron malos juegos -de hecho, bastante buenos per se- pero no destilaban el aire que las aventuras en la costa de la espada nos trajo. Por eso, en 2012, y tras un verano de sorpresas con aquella cuenta atrás que nos traería el deseado remake del clásico, nos dimos con el juego en las narices.
Prometía ser una buena reedición y, como lavado de cara, era estupendo. Mayor resolución de pantalla, mejor tasa de refresco, sonido mejorado y un par de expansiones para ampliar las aventuras originales de los protagonistas de la primera edición. Un año después saldría la misma Enhaced Edition para el segundo capítulo de la saga pero, y a mi opinión, fueron un fiasco. Un servicio deplorable por parte de los productores, carencia de doblaje a varios idiomas -algo que el original si tenía- que te obligaba a descargar parches no oficiales. En general, una mala edición que, por el precio al que se vendió, no ofrecía mucho más allá de lo que ya tenía un pack que traía todos los juegos de la saga. Y, tal como vino, se marchó cuando desapareció de las tiendas de Beamdog.
Pillars of Eternity: su sucesor espiritual
Y no es un remake real, pero podría haberlo sido. Allá donde fracasó la Enhaced Edition de Baldur's Gate, Pillars of Eternity cumplió con creces. Si tuviéramos que hablar de remake, o de sucesor del anterior, este podría ser considerado como el verdadero elegido para los nostálgicos de la época en la que los juegos de rol lanzaban dados por nosotros. Apoyado por kickstarter, los programadores buscaban en este proyecto la posibilidad de hacer un juego clásico como los que jugaron y les enamoraron años atrás. Y verdaderamente lo han conseguido. Visualmente el aspecto es prácticamente el mismo. Más sutil, mejorado, pero la sensación de estar jugando a un capítulo más de las aventuras en Puerta de Baldur es completa. Un juego de sobresaliente, sin duda alguna, que satisfará con su historia a aquellos que les decepcionó el lavado de cara de su juego favorito.