El 18 de Diciembre 2016 | 11:41
'Poy Poy 2' (Konami)
Segundo título de Konami en la lista de hoy, y curiosamente el segundo 'Party Game' de la compañía nipona que no llegó a Estados Unidos. Y de hecho, no me cabe la menor duda que, junto al propio 'Bishi Bashi Special', 'Poy Poy 2' es uno de los mejores exponentes del género y de aquella generación. De hecho, incluso os confesaré que es otro de mis títulos favoritos de la gris de Sony Interactive Entertainment porque, además de tener la mayor parte de las virtudes de este tipo de juegos, como su alocada diversión, el humor cómico, o la profundidad necesaria para que las partidas en compañía no aburran nunca, ofrece uno de los modos historia más excepcionales que he visto jamás en un juego de este tipo. Uno de los mayores tapados de todo el catálogo de PSX que, bajo un nombre tan "curioso", esconde una joya que demuestra el buen hacer de Konami por aquel entonces (quien la ha visto y quien la ve). Una especie de 'Smash Bros.' para PlayStation, que junta varios personajes en escenarios cerrados para que se peguen hasta la saciedad, pero que sin embargo, no cuenta con un elenco de personajes sacados de otros juegos.
Es más. 'Poy Poy 2' es tan especial para mí, justamente porque crea un mundo tan surrealista y a la vez tan original que cuesta no enamorarse de él. Aquí el pretexto es sencillo: una de las aficiones más famosas del mundo es el deporte que da nombre el juego, y que hace que las personas puedan dedicarse a ello como profesión. Los 'Poitters' (de hecho, el juego se conoció en Japón como 'Poitter's Point 2') son humanos que tienen la capacidad de usar guantes mágicos, a través de los cuales pueden usar los objetos del escenario a su favor, creando hechizos y habilidades especiales según su naturaleza y condición. Y he aquí la mayor gracia del juego. Cada partida nos invita a entrar en un escenario cerrado, junto a otros tres contrincantes (el juego puede ser de 1 a 4 jugadores humanos, con multitap), para golpearnos con todo lo que pillemos del suelo. A diferencia de 'Super Smash Bros.', aquí no se pueden dar patadas o puñetazos, sino que nos movemos por el escenario cogiendo rocas, cohetes y demás objetos mortíferos para lanzarlos a nuestros rivales. Solo que, si pulsamos el botón correcto, usaremos nuestro guante y ese objeto pasará a convertirse en la habilidad correspondiente al guante.
Y hay habilidades de todo tipo. Desde convertir una roca en un martillo gigante, hasta lanzar magias de fuego, hielo o electricidad, pasando por otras que hacen aparecer objetos beneficiosos en el escenario. La gracia es que, no solo existen tantos guantes como personajes (cada uno tiene el suyo propio, aunque podemos equiparnos lo que queramos en cada partida), sino incluso más. Y encima, se pueden mejorar como si de un RPG estuviéramos hablando, así como comprar de nuevos y exclusivos. Por otra parte, cada personaje tiene características distintas. Los hay de más pequeños, otros de más grandes, y sus atributos también cambian. Mientras unos pueden levantar rocas grandes con más facilidad que otros, otros son más ágiles, y algunos tienen más 'Vitalidad' que otros. Y aquí la otra clave: cada round termina cuando solo queda un personaje en pie, y a partir de ahí empieza el recuento de puntos. Un recuento realmente original, ya que se divide en tres tandas: en la primera nos dan puntos por machacar a los enemigos, en el segundo por coger corazones que dan puntos, y en el tercero en función de la posición en la que hemos quedado en esa ronda. El que más puntos consiga en tres rondas, es el ganador de aquel escenario.
Por si fuera poco, los escenarios son muchos y muy variados (algunos a desbloquear), y añaden componentes muy estratégicos a las batallas. Porque no es lo mismo disputar una partida en el espacio, donde la gravedad es distinta, que hacerlo en una superficie cubierta de hielo, en la que unos pingüinos asesinos no paran de deslizarse. Al final se produce una mezcla exquisita entre lo que podemos controlar y lo que no, desmarcando el juego de muchos otros similares, y convirtiéndolo en un producto muy completo. Añadidle la posibilidad de coger a nuestros rivales para "hacerles la vida imposible", e incluso tácticas tan rastreras y divertidas como explotar a nuestro muñeco cuando ya está muerto, para intentar derrotar al rival que va ganando, y tenéis delante un título excelente. Solo dispone de tres modos de juego, siendo dos de ellos el mismo pero jugando de forma individual o con equipos de 2. Pero poco importa, teniendo en cuenta que el tercero, es el genial modo 'PoyPoy Cup', que añade componentes de RPG para ir desbloqueando todo el contenido del disco. No es un juego disponible en la Store, pero por unos 20 euros podrías sumarlo a tu colección. Eso sí, ten en cuenta que es uno de esos pocos juegos de PSX que, por razones desconocidas, no es compatible con PS2.
'Rapid Reload' (Sony)
'Rapid Reload', o también conocido en Japón como 'Gunner's Heaven', es el caso más incomprensible de entre todos los que salen hoy aquí, y por lo tanto de aquellos que no llegaron a Estados Unidos. Y la explicación es muy sencilla: lo desarrollaron los chicos de Media Vision, que aunque muchos no sabrán quienes son, estamos hablando de los creadores de nada más y nada menos que la genial saga 'Wild Arms'. Y es justamente por eso que es tran extraño este caso; porque Media Vision es una desarrolladora precisamente norteamericana. Y no en vano los dos personajes que aparecían en la carátula del juego (que a su vez eran los protagonistas del mismo) eran tan parecidos a dos de los tres protagonistas del primer 'Wild Arms'. Solo que, en esta ocasión, se mantenía la estética 'western', pero para ofrecer un juego de un género radicalmente distinto: un Run and Gun muy bueno, que apareció en el catálogo inicial de PSX en occidente, y que es muy pero que muy recomendable.
O dicho de otro modo, un shooter 2D de ritmo frenético, que con un apartado gráfico realmente encantador y arrebatador (le hizo sombra incluso a la podera Saturn en ese aspecto), no vendió tan bien como merecía. Es algo difícil de comprender, pero la cuestión es que seguramente por eso Media Vision se volvió a centrar en la saga 'Wild Arms', y seguramente por eso también, no han vuelto a apostar por ese género. Antes hablábamos sobre el hecho de que las distribuidoras americanas no eran muy amantes de publicar juegos en 2D en Estados Unidos, y este es otro de los casos en los que eso quedó claramente retratado. Aquí seguramente podremos entender mejor todas esas quejas que acabaron propiciando que la situación cambiara radicalmente unos años más tarde. De todas formas, no deja de resultar curioso que no obstante, el título tampoco llegara a la Store americana (se quedó solo en Japón y Asia). Sobre todo porque, tal y como hemos dicho, estamos ante una experiencia muy buena para los amantes de un género que, eso sí, estaba dando sus últimos coletazos.
Un Run and Gun que podría ser comparado fácilmente con títulos tan míticos como 'Gunstar Heroes', y en el que debíamos elegir personaje (entre los dos disponibles) para afrontar los seis niveles de los que disponía. En todo momento podíamos cambiar entre las cuatro armas disponibles y estas cambiaban en función de la elección inicial (desde pistolas hasta lanzallamas). Y lo mejor de todo, era que también podíamos hacer uso de un gancho que nos permitía no solo colgarnos de sitios no accesibles de otra forma (momento en el que éramos invulnerables), sino también coger enemigos y dispararlos a nuestra voluntad, como en el propio 'Gunstar Heroes'. Añadidle la posibilidad de aumentar el daño y el estilo de nuestras armas, cosa que era posible a medida que aumentábamos nuestra puntuación, y tenéis delante un título que aunque sigue resultando muy arcade, simple y continuísta con respecto a su género, también es realmente adictivo.
Eso sí, tiene un lastre que es muy evidente, y que seguramente lo penalizó a la hora de conseguir un mayor número de ventas (quizá no a corto, pero sí a largo plazo). Hablamos de la ausencia de un modo multijugador cooperativo. Y teniendo en cuenta que teníamos a dos personajes disponibles, y que eso era prácticamente imprescindible en un juego que no iba precisamente sobrado de contenido, la verdad es que se notaba, y mucho. Por si fuera poco, la conversión PAL que aquí recibímos no corría tan rápido como el original japonés, y eso es algo que se notaba, dado que era la mayor virtud del juego. Aún así, nos ofreció un producto realmente bonito a nivel visual, y muy espectacular en su desarrollo, aderezado como no de grandes batallas contra jefes finales (y de mitad de nivel), tan grandes como realmente originales en sus patrones de ataque. En definitiva, un juego frenético, y muy recomendable para los amantes de un género casi extinguido. Eso sí, no está disponible en la Store europea y además hay que pagar alrededor de 20 euros para hacerse con el original en su versión física.