El 9 de Agosto 2016 | 08:24
Uno de los trabajos maduros más impresionantes y enriquecedores de la década comenzada con el año 2000 es, sin lugar a dudas, 'Mushi-shi'. El estudio Artland y el director Hiroshi Nagahama conseguían plasmar y potenciar la magia que Yuki Urushibara recogió en las páginas de los diez volúmenes que componen el manga original.
La historia nos lleva a parajes naturales poblados para ponernos en la piel de Ginko, un maestro que viaja para investigar y estudiar a fondo a los mushi, seres vivos de forma etérea que interactúan con los humanos o habitan en su interior que, si bien pueden causar efectos positivos o negativos para la persona que entra en contacto con ellos, también puede acabar siendo una experiencia de la que no se obtiene nada a cambio.
La serie nos pone en situación con fenómenos paranormales causados por estas criaturas, empañando la atmósfera del misticismo y de una reinterpretación alternativa a los cuentos, advertencias y maldiciones populares, retirando a los tradicionales yokai para introducir a los Mushis.
Es una serie muy distinta a lo que estamos acostumbrados a ver, pero muy reconfortante. Conocer las historias personales de cada caso, ir descubriendo este ecosistema de fantasía forjado en un contexto de Japón feudal y acercarnos cada vez más a su protagonista es una experiencia muy recomendable para todo fan del anime, independientemente de su edad.
- - Asesino se arrepiente de sus pecados
- - Extrañas criaturas conviven con nosotros
- - El medievo más cruel y oscuro
- - Brujas novatas y pecados capitales
- - Tiroteo y drogas en el paraíso
- - Comer carne humana
- - Ciencia ficción oscura, super robots y westerns espaciales
- - Futuro distópico, convivencia conflictiva