RETRO 'Sega Rally Championship', analizamos este fenómeno que causó furor en los salones arcade, Saturn, y PC

Tras pasos de gigante como 'Virtua Racing' o 'Daytona USA', Sega decidía ir más allá con un juego que no solamente revolucionó el género de la conducción, si no que además se convirtió en el que probablemente sea su título de carreras de mayor éxito (con permiso de 'Out Run'). El gran Tetsuya Mizuguchi fue el encargado de dar vida a este proyecto, un proyecto que tras arrasar en los arcades se encargó de insuflar vida a una Saturn necesitada de juegos exclusivos capaces de venderla por sí solos.

3, 2, 1, GO!

Dentro del mundo del automovilismo existe una categoría cuyos pilotos son respetados y admirados por los pilotos de todas las demás categorías, esos son los rallies. Lanzarse por un camino agreste a velocidades de vértigo, derrapando y acariciando los bordes de la pista, pasando por zonas estrechas con la precisión necesaria para enhebrar una aguja de coser, y todo ello mientras arañas hasta la última milésima al cronometro; no es algo que esté al alcance de cualquiera. Sin embargo ahora tendrás tu oportunidad de demostrar que clase de piloto eres, pues has sido seleccionado para participar en el "Sega Rally Championship" de 1995 a bordo de una de las maquinas de rallies más espectaculares del momento. Elige entre la eficiencia nipona del Toyota Celica GT Four, o entre la elegancia italiana del Lancia Delta HF Integrale. Estas bestias devora-pistas están listas. ¿Lo estas tú? ¡Sal ahí y demuestra lo que vales!

En octubre de 1994 llegaba a los salones arcade un juego muy especial, tan especial que incluso hoy en día en posible encontrar esta maquina en algunas de estas salas, si es que encontramos primero un salón recreativo que haya sobrevivido, claro. Durante décadas el imponente mueble de este juego, que simulaba un coche de rallies, solía presidir los arcades formando ya parte habitual del entorno.

Y es que 'Sega Rally' dio un paso de gigante en el campo de los juegos de carreras siguiendo los pasos de sus predecesores. El salto técnico fue asombroso, y todo a pesar de estar corriendo sobre la placa Model 2, la misma que utilizaba el ya de por sí sorprendente 'Daytona USA'. Sega estrujó el hardware de esta placa y el resultado en pantalla no pudo ser más espectacular. Las fieles recreaciones de los vehículos reales de Lancia y Toyota se lanzaban a toda velocidad y con total fluidez por unos preciosos trazados llenos de vida y color.

Se puso especial cuidado en recrear con el mayor realismo posible el comportamiento del coche sobre distintas superficies, pudiendo notar así los efectos de si conducíamos sobre asfalto, sobre grava, o sobre barro. Algunas pistas incluso combinaban estos distintos tipos de terreno, lo que nos obligaba a variar nuestra forma de conducir en plena carrera. Y es que aunque 'Sega Rally' era un juego arcade, no estaba tan lejos de lo que vendría a ser un simulador, y más en aquel entonces cuando ni siquiera existía una línea divisoria claramente marcada entre "arcade" y "simulador".

Aquí no bastaba con acelerar y girar el volante en cada curva, el juego nos premiaba si conducíamos bien, y nos castigaba si no lo hacíamos. No se trataba ya de perder algunos segundos si chocábamos con un muro o nos salíamos de la pista, si no que la forma de trazar las curvas, o el momento escogido para frenar y acelerar, marcaba y bastante nuestros tiempos. Además por primera vez se tuvo en consideración el comportamiento real de estos coches, pues se contó con la colaboración especial de Toyota y de Lancia para supervisar el proyecto, marcando así la primera colaboración entre fabricantes de coches reales y el desarrollo de un videojuego.

Turn around!

Nuestro objetivo sobre la pista consistía en llegar al siguiente checkpoint antes de que finalizase el tiempo dado para cada sección. Esta mecánica no era muy diferente de la del resto de juegos arcade de este tipo, pero su mayor realismo hacía que fuésemos más recompensados de lo habitual por conducir bien. El tiempo sobrante de cada sector se acumulaba para el siguiente, de modo que nuestra pericia marcaba cómo de lejos llegaríamos. El campeonato discurría por 3 circuitos distintos: "Desert", "Forest", y "Mountain". Cada uno representaba un reto mayor que el anterior, y nuestro objetivo final era colocarnos en primera posición antes de completar la vuelta final en el último circuito.

Si lográbamos hacernos con la victoria pasaríamos a la ronda especial, un reto que dejaba en pañales a los anteriores y que nos permitía correr en un circuito oculto llamado "Lakeside". Esta pista transcurría por la bucólica orilla de un lago al atardecer, pero este encantador aspecto escondía un trazado infernal terriblemente estrecho y sembrado de curvas que pondría a prueba toda nuestra pericia como piloto. La gloria o la derrota estaban a tan solo un tiro de piedra, sin embargo este duro reto final hizo que más de uno se dejase moneda tras moneda intentando llegar en primera posición en este último desafío.

Por descontado se nos ofrecía la posibilidad de competir contra otro jugador como si de un gigantesco "Scalextric" virtual se tratase, no obstante también podíamos formar equipo contra la IA de la maquina y ayudarnos para derrotarla en modo cooperativo. Durante este modo encontrábamos otros coches genéricos que no estaban basados en vehículos reales, estos coches no se podían desbloquear para usarlos nosotros y básicamente eran meras "mutaciones" de los Delta y Celica originales.

La versión para PC del juego se basaba en la de Saturn pero con algunas mejoras gráficas. Estas conversiones domesticas ofrecían nuevos contenidos para hacerlas más interesantes y justificar su compra. Así encontrábamos nuevos modos como el "time attack", elementos desbloqueables, un multijugador local a pantalla partida para 2 jugadores, e incluso algunas opciones mecánicas de personalización para los vehículos. También era posible desbloquear el circuito "Lakeside" para usarlo libremente en el resto de modos.

Otro desbloqueable es el Lancia Stratos, este legendario coche de rallies era por cierto muy diferente de sus compañeros, pues su tracción trasera con motor central y su pequeño tamaño, fueron reflejados fielmente en el juego haciéndolo una bestia difícil de domar. No era extraño acabar trompeando y estrellándose, pero si conseguíamos aprender a manejarlo, su tremenda velocidad machacaría uno a uno todos los récords de los demás coches. En el arcade el Stratos se desbloqueaba mediante un truco, lo cuál dejaba este vehiculo solo al alcance de aquellos que conocieran la combinación secreta adecuada.

I feel the good time, it's all right!

Puede que 4 circuitos y 3 coches no parezca demasiado contenido y más comparado con lo que hay hoy en día, pero os garantizamos que no hace falta más para manteneros enganchados y pegados a este divertido juego a medio camino entre el arcade y la simulación. Y es que estos viejos arcades de conducción tienen un cierto "no se qué" que vicia y divierte con muy pocos recursos, algo que en la actualidad ya no se estila.

Gráficamente nos encontramos ante un juego tremendamente bello y colorido en el que podemos ver público animando por los fondos, helicópteros sobrevolando la pista, e incluso animales salvajes campando a sus anchas. Los vehículos reales son perfectamente reconocibles y cuentan con todo lujo de detalles (para la época). Además todo se mueve con absoluta fluidez, incluso en Saturn, donde el juego se mueve a 60 fotogramas por segundo derrochando mérito.

La banda sonora en el arcade corrió a cargo del entrañable Takenobu Mitsuyoshi, pero para su conversión a sistemas domésticos se remasterizó la música en calidad CD, y de ella se ocupó el gran Naofumi Hataya, que se está convirtiendo en un habitual en nuestra sección retro por sus geniales composiciones. Los efectos sonoros eran de gran calidad, permitiéndonos escuchar diferentes sonidos dependiendo del tipo de terreno que pisaba nuestro coche, o permitiéndonos escuchar la voz de nuestro copiloto cantándonos las curvas.

En 1996 se publicó para Saturn una nueva versión del juego que ofrecía multijugador online (como el de PC) y que fue denominada "Plus". También se añadió soporte para el mando analógico de Saturn, pero por desgracia esta reedición jamás llegó a Europa debido a la falta de opciones online para Saturn por estas tierras. Los servicios online de este sistema en Japón y America tampoco tuvieron demasiado éxito, lo que acabó convirtiendo a esta versión en una rareza difícil de conseguir.

Game over yeeeeaah!

La última reedición hasta la fecha de este juego fue la que vino de regalo con 'Sega Rally 2006' para PS2, que se trataba de un port realmente fiel del arcade. Lamentablemente 'Sega Rally 2006' jamás abandonó Asia debido a las malas críticas que recibió, por lo que en occidente nos quedamos también sin este elaborado port para la consola de Sony. No busquéis reediciones actuales descargables, pues por desgracia parece que en Sega no quedaron contentos con las ventas de la reedición de 'Daytona USA' y de momento no parecen tener planes de reeditar el título que hoy nos ocupa.

Aunque existen varios juegos de esta serie que mantienen el nombre 'Sega Rally Championship', hay que aclarar que no se trata del mismo juego que hoy analizamos. La entrega para Dreamcast es la segunda parte de este juego, mientras que las versiones de Game Boy Advance y N-Gage están más bien basadas en el segundo juego para Dreamcast. La única forma de jugar a este título en la actualidad es usar una de las conversiones domesticas originales, ya sea para PC o para Saturn. Eso o tener el arcade original, claro. Aunque siempre nos quedará la socorrida emulación.

Por suerte no es un juego difícil de conseguir en sus sistemas de origen, pues su éxito y popularidad hacen que no haya escasez de copias. Podéis añadirlo a vuestra colección de juegos de Saturn por un precio que ronde los 10 euros, y os recomendamos encarecidamente hacerlo, pues es uno de los grandes imprescindibles de esta consola, incluso aunque no os gusten demasiado los juegos de carreras.

'Sega Rally Championship' dejó su nombre grabado en piedra en la historia de los juegos de conducción, y lo hizo por sobrados méritos propios. Su influencia se dejó notar en años siguientes con la llegada de títulos como 'Colin McRae Rally', o 'V-Rally'. Lamentablemente en la actualidad la serie 'Sega Rally' sufre la bajada de popularidad de este tipo de juegos, y Sega no parece estar por la labor de hacerla volver. Aunque quien sabe, cosas más raras se han visto.