RETRO 'Donkey Kong', el simio de Nintendo cumple 33 primaveras

El 9 de julio de 1981 llegaba a los salones recreativos el que es sin duda uno de los juegos más importantes y exitosos de todos los tiempos, la primera creación del genial Shigeru Miyamoto, y el primer juego en el que apareció Mario (al que originalmente se le conocía con el nombre de Jumpman). Hablamos de 'Donkey Kong', un título que 33 años después sigue manteniendo su enorme capacidad de divertir y enganchar.

Una autentica monada

Puede que al pensar hoy en día en Mario lo que nos venga a la mente sea un fontanero rescatando una y otra vez a la Princesa Peach de las garras de Bowser. Pero hubo un tiempo en el que Mario tenía otra amada en su vida llamada Pauline. Esta damisela curiosamente también tenía la misma afición que Peach a ser raptada, solo que en vez de ser capturada por una tortuga gigante que escupe fuego, Pauline era secuestrada por un enorme gorila llamado Donkey Kong. Esto que a priori puede parecer el argumento de una película de monstruos japonesa de serie B, fue la primera aventura protagonizada por el ahora famoso fontanero italiano de Nintendo. En su gesta, Mario observaba con angustia como el simio se llevaba a Pauline a lo alto de un edificio en construcción mientras esta gritaba desesperada. Nuestro mostachudo amigo se lanzó al rescate sin pensárselo dos veces, sin importarle los barriles y demás objetos que Donkey le lanzase desde arriba para detenerle. Puede que las cosas hayan cambiado mucho en estas tres décadas, pero Mario continua necesitando de nuestra ayuda para poder rescatar damiselas. No dejareis en la estacada a nuestro heroico fontanero ¿verdad?

Hace tres décadas la industria del videojuego era muy diferente de lo que es hoy, y los juegos más aun. Para alguien poco familiarizado con como eran entonces las cosas quizá resulte muy difícil entender un título como este, tan distante de lo que hay actualmente. Sin embargo en cuanto uno se pone a los mandos de este juego, pronto descubrirá que lo más importante en un videojuego ya estaba ahí hace tanto tiempo, y esa es la capacidad de divertir.

El mecanismo de juego es simple pero adictivo, nuestro objetivo es manejar a Mario mientras ascendemos por el escenario evitando peligros. Si llegamos hasta donde están Donkey Kong y Pauline habremos completado el nivel, pero si recibimos el impacto de algún objeto enemigo, o si caemos desde una gran altura, perderemos una vida y tocará reempezar el escenario.

Tan solo contamos con 3 vidas, e indiferentemente de cuantos créditos tengamos, si esas 3 vidas se nos acaban terminará la partida. Aunque el juego está compuesto tan solo de 4 niveles, cuando superemos esas 4 fases el juego reempezará manteniendo la puntuación conseguida y aumentando el nivel de dificultad. El objetivo es básicamente ver quién consigue la mejor puntuación antes de perder sus 3 vidas, para después dejar su record y sus iniciales registrados en la tabla de puntuaciones.

Aunque el objetivo principal es sumar la mayor cantidad de puntos, tal y como ocurría en casi todos los juegos de la época, 'Donkey Kong' ofrecía algo inédito por aquel entonces, una trama que iba avanzando conforme jugábamos al juego. Al principio veíamos como Donkey se llevaba a Pauline a lo alto del edificio, y luego le veíamos escapar con ella al terminar cada fase. Estas escenas de transición fueron algo novedoso en su época, aunque hoy nos resulten de lo más común. Además al completar el cuarto nivel podíamos asistir a la escena final donde Mario salvaba a Pauline y Donkey recibía su merecido. La trama no es ni mucho menos compleja ni detallada, pero es bastante más de lo que había hasta entonces, y gracias a ello hoy en día tenemos juegos con argumento y final.

Cada uno de los 4 niveles supone un reto diferente. En el primero debemos esquivar numerosos barriles lanzados por Donkey. Estos barriles pueden variar su ruta dejándose caer por las escaleras que empleamos para subir de un piso a otro, lo que añade un factor aleatorio al juego al no saber por donde irá cada barril. El segundo nivel transcurre en una factoría de cemento, y aunque nuestro objetivo sigue siendo llegar arriba, en esta ocasión la amenaza serán las numerosas bolas de fuego que deambulan por el escenario.

Nintendo siempre lo tiene muy presente

El tercer nivel quizá os resulte familiar si habéis jugado al juego 'Super Smash Bros. Brawl' de Wii, pues fue representado en dicho título a modo de homenaje. Este nivel está plagado de plataformas y elevadores, y deberemos saltar con cuidado entre ellos para llegar hasta arriba. Aquí el peligro serán los muelles que nos lanza Donkey, así como alguna bola de fuego errante. En el último nivel solo habrá bolas de fuego como enemigos, pero nuestro objetivo esta vez no será llegar hasta arriba, si no pisar y eliminar todas las juntas de la estructura, para que se derrumbe todo con Donkey Kong incluido.

Puede que 4 niveles nos parezca una cifra ridícula, pero teniendo en cuenta que el juego funciona en bucle aumentando la dificultad cada vez, y que el verdadero objetivo es lograr la mayor puntuación, el pique con los amigos estaba asegurado. Y es que entonces los juegos se hacían con este fin, el de juntarnos varios jugadores y competir por ver quién lograba la mayor puntuación. La divertida y adictiva jugabilidad completaba el resto del cóctel, un cóctel capaz de engancharnos durante horas y horas.

Tan solo contaremos con una ayuda durante el juego, y esa será nuestro destructivo martillo. Cuando Mario recoja esta herramienta empezará a golpear con ella como loco destruyendo todo lo que se interponga en su camino. Sin embargo el peso del martillo nos impedirá saltar, así que cuidado con dar un mal paso. Por el camino también podemos recoger objetos que se le cayeron a Pauline mientras era raptada, estos objetos nos darán puntos extra para nuestro marcador, aunque arriesgarse a cogerlos también puede suponer arriesgarse a perder una valiosa vida.

La mecánica de juego puede parecer muy simple, pero engancha terriblemente e incita a seguir jugando sin parar. Esto venía de perlas en los salones arcade de la época, pues la gente echaba moneda tras moneda en la maquina buscando superar su record. Se formaban corrillos de jugadores entorno al arcade para ver quien llegaba más lejos y registraba la mayor puntuación. Algo así como son hoy en día las tablas de clasificación online, pero de forma local y sin tramposos que arruinen la experiencia (como ocurre ahora).

Sobra decir que el juego logró un éxito enorme, de hecho fue el primer gran éxito de Nintendo en toda su historia en el campo del videojuego. Por aquel entonces la compañía buscaba un hueco en una industria superpoblada y en crisis, pero sus juegos de arcade apenas destacaban entre el maremágnum de títulos que poblaban las salones recreativos. Este fue el caso de 'Radar Scope', un juego de navecitas tipo 'Space Invaders' creado por Nintendo que pasó sin pena ni gloria a pesar de la fuerte apuesta de Nintendo America por este título.

Este pequeño batacazo de 'Radar Scope' fue lo que propició la llegada del juego que hoy nos ocupa, ya que Nintendo quería un juego que utilizase el mismo hardware de esta maquina para poder "reciclar" los muebles no vendidos de este título. Fue entonces cuando un joven Shigeru Miyamoto tuvo la oportunidad de diseñar un juego que aprovechase este hardware, y así, junto con el mítico Gunpei Yokoi, Miya-San le fue dando forma a este juego partiendo desde cero. La idea original era la de hacer un juego de Popeye, lo cuál explica el enorme parecido de la trama con las aventuras del popular marinero. Pero Nintendo no pudo conseguir la licencia, por lo que hubo que buscar otra solución.

Mario, un personaje nacido de las circunstancias

Las limitaciones del hardware, que había sido diseñado para un simple matamarcianos de la época, reducían mucho las opciones de Miyamoto a la hora de diseñar. De hecho fueron estas limitaciones las que acabaron "diseñando" muchos de los aspectos del juego, como al propio Mario, al cual se le añadió bigote ante la imposibilidad para dibujarle bien la cara, gorra ante la dificultad para hacerle el pelo, y un mono de trabajo rojo con una camiseta azul para que se le pudieran distinguir los brazos del resto del cuerpo al andar. Los colores rojo y azul se escogieron debido a que eran habituales en los escenarios, y la limitada paleta de colores así lo exigía. Si, Mario, nuestro Mario, fue diseñado por las limitaciones de este hardware, y así ha llegado hasta nuestros días.

De esta forma un diseñador novato creó el mayor éxito hasta entonces de Nintendo, convirtiéndose así en el primer paso de la meteórica carrera de este popular diseñador. Nintendo no daba abasto a producir arcades del juego, su popularidad era tal que otras compañías hicieron cuantiosos clones y versiones piratas del título. Nintendo luchaba contra estas copias ilegales cuando irónicamente ella misma fue denunciada acusada de plagio por Universal Studios, que alegaba que el juego había copiado su popular película King Kong. Por suerte los tribunales dieron la razón a Nintendo, y decimos "por suerte" porque una demanda de este calibre podría haber supuesto el fin de la compañía en aquellos precarios comienzos.

Con este juego Nintendo se hizo un nombre dentro de la industria, demostró que no venía dispuesta a conformarse solo con las migajas, y su 'Donkey Kong' fue convertido a la mayoría de sistemas domésticos del momento e incluso se creó una versión portátil de él para las también exitosas Game & Watch. Estos buenos resultados también permitieron a Nintendo tener una base importante en America, lo que sería crucial años más tarde para el lanzamiento de su NES. De hecho 'Donkey Kong' fue uno de los primeros juegos para esta consola, ayudándola así de inicio a conseguir buenas ventas.

El legado de 'Donkey Kong' llegó en la forma de varias secuelas: 'Donkey Kong Jr.', 'Donkey Kong 3', y el 'Mario Bros.' original, que supuso la independencia de Mario como una nueva franquicia y la consolidación del fontanero como emblema de la compañía. Años más tarde la serie 'Donkey Kong' llegó a Game Boy e hizo muy buenas migas con ella, tanto que dio pie a su propia serie de juegos que llega hasta nuestros días con la serie 'Mario vs. Donkey Kong'. Después cayó en las buenas manos de Rare para convertirse en un exitoso juego de plataformas con la saga 'Donkey Kong Country' en Super Nintendo. Y así ha llegado hasta nuestros días, aunque por desgracia ya sin Rare de por medio.

El 'Donkey Kong' original ha sido reeditado innumerables veces, muchas de ellas siendo incluido como extra en otros títulos de Nintendo. Irónicamente el arcade original jamás llegó a la Consola Virtual, ya que Nintendo incomprensiblemente se empeña en no rescatar sus viejos arcades en este servicio a pesar de tener una sección para arcades dentro de la Consola Virtual. Lo más fácil hoy en día es descargar la versión de NES, aunque por desgracia esta cuenta con un nivel menos que el original, concretamente la segunda fase.

Mientras esperamos a que Nintendo se decida a recuperar sus legendarios arcades como este, solo nos queda recurrir a la socorrida emulación si queremos disfrutar del juego en su versión inicial. Eso o conseguir una maquina arcade original del juego, si es que nos sobran unos cuantos miles de euros y no sabemos que hacer con ellos, claro.