El 10 de Enero 2017 | 18:44
Allá por el lejano año 2011 llegó a Europa 'Xenoblade Chronicles' para Nintendo Wii, un juego de rol del que había visto algo años atrás cuando se presentó de estranjis como 'Monado: The Beginning of the World', y que por fin salía en el viejo continente cuando Wii U... Eran buenos tiempos.
Por designios del destino, decidí darle una oportunidad a un juego al que aquí le dimos un 10 redondo en su versión de New Nintendo 3DS. Quizás hay algo del juego que no entiendo, pero no logro encontrar casi nada que haga que el juego destaque frente a otros juegos de rol, como por ejemplo 'Persona 4: The Golden', los 'Disgaea' incluso 'Chrono Trigger'... Sé que las comparaciones son odiosas y el juego de Monolith Soft no se parece a los que he mencionado, pero quiero dejar claro que el problema no es que no me guste el género o los juegos de mundo abierto.
He leído mucho de qué hace de 'Xenoblade Chronicles 3D' un título destacable dentro del catálogo de Nintendo, y algunas cosas las puedo compartir. ¿Es uno de los títulos más grandes y ambiciosos del catálogo? Sin ninguna duda, porque esos mundos y escenarios no habían sido vistos en ningún otro lanzamiento. Ningún otro lanzamiento del catálogo Nintendo, claro, porque para entonces ya habían salido títulos como 'The Elder Scrolls IV: Oblivion' o 'Fallout: New Vegas y el mundo abierto empezaba a ser una palabra más propia de marketing que de diseño de videojuegos.
Y el mundo abierto de 'Xenoblade Chronicles 3D'... en realidad, no me parece para tanto. No niego que sea enorme, ni que impresione que una consola no muy potente pueda moverlo, pero no ayuda mucho que todo eso sea en escenarios casi vacíos llenos de enemigos repetidos y muchos coleccionables y misiones secundarias... No digo que sea malo, pero si lo hubiera hecho Ubisoft, alguna ceja se habría levantado y pondríamos el grito en el cielo. No creo que ayude que cuando lo jugué ya había disfrutado de algunas entregas de 'Yakuza', con un mundo abierto más concentrado y limitado que hace que todo tenga cierta cohesión... Quizás es un estilo diferente, y quizás no entiendo las sutilezas del enorme mundo lleno de espacios que ver que ha hecho Monolith.
Otro punto problemático es el del combate. De él se han hablado maravillas, pero no puedo más que obsesionarme en las infinitas formas de romperlo sin que llegue a ser entretenido de por sí. Grindear es fácil y con paciencia puedes rushear hordas de enemigos que luego son fácil y los jefes del principio requieren de muy poca estrategia más allá de usar la habilidad Encantamiento para tener un bufo de ataque y poder hacer daño a los Mekon, y spammear artes. Algún que otro jefe requiere de estrategia como ese que te hace usar un ataque que anula su aura para poder golpearle pero para poder golpearle debes usar ese ataque que se consigue cargando la barra de arte en una especie de uroboros del mal diseño de jefes. Con el paso del tiempo, los combates normales se convierten en algo pesado y y los de jefes en menos estratégico de lo que podrían ser y que simplemente son combates normales contra enemigos con vida muy alta, todo un pecado capital en el diseño de jefes.
Otro de los puntos que no me convencen es la enorme cantidad de elementos, como el aumento de las artes, las afinidades y gemas que hacen que haya diversos factores, pero al final para sobrevivir eliges el equipamiento con mejor defensa y ya. Eso sí, hay que dar mérito a que la armadura cambie a nivel visual incluso en las escenas, que se ve muy poco en juegos del rol y se agradece el detalle. Sobre la historia no voy a comentar mucho, porque no es que le tenga cariño pero al menos no me produce rechazo y ningún personaje me disgusta, que creo que es mucho sabiendo la tirría que suelo tener con los juegos de rol japoneses que quieren ser anime, y te estoy mirando a ti, saga 'Tales of'.
Pero quizás se reduzca a que no es un juego que esté hecho para mí, del mismo modo que otros juegos que me encantan no están hechos para otra gente. Porque hay personas a las que no les gusta 'Chrono Trigger' y seré el equivalente de eso con 'Xenoblade Chronicles'... No es un odio visceral, sé ver sus puntos positivos, pero no son tan rompedores o geniales como se dice. En serio, 'Xenoblade Chronicles', quiero amarte, pero me lo pones difícil. No digo amarte nivel "ponerme un tatuaje de la monado en la pierna", pero sí que cuando lo mencionen, decir "eh, ese juego molaba mil".