Videojuegos, la cabeza de turco de la violencia juvenil

BASTA YA

Videojuegos, la cabeza de turco de la violencia juvenil

Por Gerard Álvarez

El 2 de Marzo 2018 | 17:10

Un juez de Chicago impone a un joven no jugar a videojuegos violentos como condena

Hoy era un día cualquiera en la oficina. Como todas las mañanas comentamos entre los compañeros de Zonared las noticias más destacadas, cuando de repente, una nos ha llamado la atención, aunque más bien nos ha indignado. No es que trate de un tema novedoso, porque la verdad que ya aburre, sino porque ya se están implicando estamentos como el poder judicial para seguir machacando la imagen de los videojuegos. Os pongo en contexto.

Según informa el diario estadounidense Chicago Tribune, la escuela Lake Park High School de Chicago tuvo que cerrar las aulas por una amenaza que se había producido en las redes sociales. Por desgracia, este tipo de barbaries en Estados Unidos se están dando con demasiada frecuencia, como para que se ironice o bromee con ellas.

Pues bien, parece que un chico de Chicago, el cual no se ha revelado su nombre por ser menor de edad, decidió hacer este tipo de broma por Snapchat, representando un ataque contra los compañeros y profesores de su escuela. De forma inmediata este chico fue arrestado y llevado ante el juez. Aquí es cuando llega toda la controversia del asunto.

La pena impuesta al joven fue de un arresto domiciliario, la incautación de su móvil y la prohibición de jugar a videojuegos violentos, gracias a que su abogado alegó que se trataba de una broma y que el chico no tenía armas en su casa. El problema viene cuando se intenta culpabilizar a los videojuegos de ser una herramienta para provocar violencia.

armas Estados Unidos

El recurso fácil

En un primer lugar habría que analizar el comportamiento y capacidad de este chico como para bromear con un tema tan serio, hecho que ha costado el cierre de su escuela por un día. Además de eso, si el joven juega a dichos contenidos violentos, éstos están regulados por un control de edad, a los cuales no debería tener acceso, siendo en tal caso responsabilidad sus padres. Pero más allá de esta aclaración, la controversia viene porque un juez ha decidido que los videojuegos son un factor potencialmente peligroso, y que jugar repercute en que el acusado pueda reincidir en su delito.

Numerosos estudios han afirmado que la violencia no va unida a los videojuegos, o como más recientemente ha ocurrido, querer catalogarlos como adicción por el Ministerio de Sanidad español. El ocio electrónico tiene, cada día más, numerosos beneficios, ya sea médicos, sociales o económicos. La sencilla excusa de que la violencia en los jóvenes viene por los videojuegos ya cansa.

Políticas liberales en el consumo de armas, como en el caso de Estados Unidos, permiten que estas situaciones se den con demasiada frecuencia. El fácil acceso por parte de los jóvenes a las armas, ya sea porque las tienen en sus casas o porque no sea complejo conseguirlas, produce este tipo de masacres.

Trump armas

No voy a negar que exista algún caso puntual que la violencia de un videojuego haya repercutido en las acciones de un jugador, pero en tal caso, no es por culpa de dicho juego, sino porque la persona en cuestión que no tiene las facultades necesarias para poder comprometerse a jugar sin ninguna repercusión social negativa.

El duro atropello que están viviendo los videojuegos con este problema no es otro que intentar "esconder el bulto" cuando políticas y tradiciones sociales no quieren verse comprometidas. Parece que los videojuegos se han convertido en la cabeza de turco de cualquier problema. Si los jóvenes son violentos, tienen adicciones, complicaciones para socializarse, mala alimentación o estilos de vida sedentarios, siempre la culpa la tienen los mismos, los videojuegos.

Basta ya de poner la excusa fácil y evitar los problemas reales, que en cada caso habrá que estudiarlos, pero que no puede manchar y maltratar el nombre de una industria que, además de entretener, cada día sirve para mejorar nuestra sociedad.

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