El 16 de Septiembre 2016 | 19:32
AVISO: Este artículo puede que contenga algún spoiler del juego. Ahí queda eso.
El éxito de 'Undertale' tiene una explicación muy sencilla. No es ni será el primer título indie de bajo presupuesto cuya popularidad creció con un efecto de bola de nieve gracias al boca a boca, y como ejemplo primigenio de este fenómeno, ahí tenemos a 'Minecraft'. Se trataba de un juego sencillo que podía jugar todo el mundo dados sus mínimos requisitos, que era corto, y que contaba con suficientes referencias a la cultura pop y a internet como para llamar la atención del público que habita la red de redes.
Su constante sentido del humor, su mecánica sencilla pero efectiva y esos personajes con los que uno puede sentirse más o menos identificado le ganaron un asiento de primera fila en los corazones de muchos jugadores que simplemente pasaron un rato divertido con él. Sin embargo, se le ha aclamado por mucho más; muchos lo han llegado a tildar de mejor juego de todos los tiempos, y durante sus primeras semanas fue el título de PC con más nota en Metacritic (hasta un 98). Evidentemente, hay mucha gente en desacuerdo, pero el caso es que ha dado que hablar lo suficiente como para que hoy, un año después de su lanzamiento, se le siga recordando. Para bien o para mal.
*But it refused
En lo personal, 'Undertale' es un juego que significó mucho para mí, así que no esperes que este sea un texto imparcial ni mucho menos. Aunque en su día lo hice bastante, hoy me cuesta un poco hablar públicamente de él, por presión social más que nada. Es un juego cuyo renombre ha propiciado que se le fuera denostando cada vez más y más, hasta el punto de que, al menos en mi entorno, decir que te gusta es sinónimo de vergüenza. Y ya ni te cuento si encima es de tus juegos favoritos, como es mi caso.
No les quito la razón a sus detractores. Toby Fox, su creador, decía en su comunicado de hace un par de días que es normal odiar a 'Undertale' si no te atrae lo que propone, más aún con la exageradísima divinización que se ha hecho del mismo (dice esto uno que acaba de confesar que es de sus juegos favoritos). Durante un tiempo, decir que no te gustaba suscitaba cejas arqueadas por doquier, lo que provocó una contracorriente reaccionaria de odio en la que, básicamente, pasa lo contrario, como he explicado en el párrafo anterior.
Y lo dicho, todo el mundo está en su derecho de que no le guste 'Undertale'. Si buscas un RPG con un combate profundo y multitud de opciones para desarrollar tu personaje, no lo vas a encontrar. Si buscas que además tenga una cantidad de horas de juego casi infinitas que hagan que te merezca la pena comprarlo como en 'Fallout 4' o 'The Witcher 3', tampoco. Si lo que quieres es una trama enrevesada y con personajes complejos, mucho me temo que vas a seguir sin encontrar lo que buscas. Y creo que no hace falta ni mencionar que no encontrarás un gran mapa de mundo abierto que explorar. Amén de las miles de otras razones que hay para que no te produzca demasiada simpatía.
Lo que vas a encontrar en 'Undertale' es un RPG extremadamente simple con tintes de bullet hell, personajes graciosos y una historia también bastante sencilla. E incluso puede que los personajes ni te parezcan graciosos ni la trama te encandile. Quedarme en todo eso resultaría extraño porque, ¿cómo iba a ser un juego así uno de mis favoritos? La razón es que, tal y como apuntaba Griffin McElroy en su artículo de Polygon, "'Undertale' es un juego con el que es muy fácil dar por sentado que ya lo conoces".
Puedes ver que es eso: un RPG con bullet hell simple, con muchas influencias de 'Earthbound', y que consiste en que puedes matar a los enemigos o hacerte amigo suyo. O puedes quedarte con que se trata de un comentario acerca de lo insensibilizados que estamos ante la violencia innecesaria en los videojuegos dada nuestra condición de ente todopoderoso como jugador de los mismos y que nuestra implicación en este tipo de títulos no va más allá de la de aumentar nuestro ego, ya sea desarrollando nuestro personaje a base de matar enemigos o jugando con la historia a nuestro antojo solo para saber qué pasa; somos un dios que manipula el mundo como le da la gana y que juega con el sufrimiento de quienes lo habitan, pero al final casi siempre se nos considerará un héroe.
No obstante, ya hace un año de 'Undertale'. Seguro que todas estas cosas las sabes ya, así que no voy a ponerme en plan pedante para darte lecciones como si tú no tuvieras ni idea del juego y yo sí. Incluso sus detractores conocen esta faceta suya y saben lo que pasa al final de la ruta genocida. Pero eso no quita que lo que haga grande al título de Toby Fox sea su mensaje, este que acabo de comentar, pero también uno de aceptación y de querer a los demás por lo que son. Vamos, una cosa súper cursi que a mí me tocó la patata. Y lo genial es que todo ello lo consigue transmitir a la perfección de la forma en la que un videojuego lo tiene que hacer: a través de sus mecánicas jugables. Dispone todos sus elementos, como los combates en los que se nos incita a conocer a nuestros enemigos y a tratarlos como individuos con su propia personalidad más que como herramientas para conseguir experiencia, para enviarnos un mensaje, muy moralista sí, pero también muy poderoso, y qué demonios, bienintencionado.
Peter Lido decía ayer en Kill Screen que lo que hace grande a 'Undertale' son las pequeñas cosas. Esa capacidad que tiene para que una simple tontería que a priori no parece tener relevancia cree un poderoso efecto que, en conjunto, refuerce lo que te quiere transmitir. Quizás esa es la explicación más lógica que encuentro a que, mientras lo jugaba por primera vez, estuviera sonriendo todo el rato como un imbécil.
Una vez más, obviamente no todo el mundo está de acuerdo con esto. Si el juego no gusta no es porque no se entienda; muchísima gente lo comprende a la perfección y no casa con su propuesta. Simplemente no es el título que buscan. En mi caso dio la casualidad de que sí. A estas alturas, después de muchos años jugando, lo que más busco en un videojuego son pequeñas historias que sean capaz de transmitirme mucho con poco, y no que me mantengan entretenido durante 50 ó 100 horas (aunque a esto último no le hago ascos ni mucho menos, como explicaba en un artículo reciente).
En fin, toda esta parrafada solo para decir que después de un año, 'Undertale' me sigue pareciendo una de las cosas más maravillosas que he jugado. Y podría quedarme callado por vergüenza a decirlo...
*Pero se negó