Si al igual que yo, tuviste una PSX en su época, es más que probable que llegase a tus manos la mítica demo 'Winter Releases 98'. Un disco que venía de regalo en múltiples de los juegos míticos de la consola (en mi caso en 'Crash Bandicoot 3 Warped'), y que estaba repleto de demostraciones de algunos de los lanzamientos más importantes de aquel lejano año 1998. Con ella pude descubrir maravillas como 'Spyro' o 'MediEvil'; me deleité con sorpresas como 'Treasures of the Deep' o ' Ghost in the Shell', juegos que nunca llegue a tener en posesión; e incluso llegué a alucinar con lo que algunos usuarios habían logrado crear con el 'Net Yaroze' (y el juego 'Blitter Boy'), un programa para crear pequeños juegos, precursor de alguna manera de los juegos indie de hoy en día. Sin embargo, hubo un juego ahí, que me marcó de por vida, y que sin embargo, nunca llegue a tener hasta hace relativamente poco: 'Tombi!'. Uno de los juegos más mágicos, carismáticos y distintos que puedes encontrar no solo en el catálogo de PSone, sino en cualquier consola, y sobre todo uno de los títulos que mejor mezclan el género de las plataformas con otros tan interesantes como el de los RPG, o las aventuras.
A la altura del mito
Aquella demo me cautivó. La mítica música del pueblo inicial, la capacidad para ofrecer un juego de desarrollo frenético, lo divertido que resultaba poder ir acumulando misiones secundarias... todo me parecía fantástico. Y además, a diferencia de otras muchas demos, la experiencia que nos dejaban probar era bastante larga y satisfactoria... hasta que acababa, porque la devorabas. Sin embargo, aquí empezaba un trauma que hasta hace bien poco no pude resolver: nunca jamás llegué a tener el juego. Estoy convencido de que no seré el único, porque como bien sabréis, en aquella época no existían ni los juegos digitales, ni los mercadillos de segunda mano, ni siquiera había tantas ofertas o tanto dinero como para poder acaparar todos los lanzamientos importantes. Y justamente por eso, muchos acababamos guardando los cuatro duros que teníamos para juegos tan esperados como 'Gran Turismo', 'Tekken 3' (que por cierto, también estaba en aquella demo mítica), 'Final Fantasy VIII'... Si además le añadimos el hecho de que posteriormente el juego en su formato físico alcanzo unas cotas de coleccionismo desmesuradas, con precios de hasta tres cifras en euros, ya la habíamos espifiado. O soltabas el dinero, o te quedabas sin disfrutarlo.
Por suerte, años más tarde acabaría apareciendo en la Store europea. Al principio tenía mis reticencias a hacerme con él. No solo estaba en inglés, sino que era así porque ni siquiera nos habían traído la versión PAL-UK. En otras palabras, nos trajeron el NTSC americano con la excusa de los USA Import. Pero al final me dije... ¿acaso tendrás otra oportunidad de conseguirlo sin tener que pagar al menos 100 euros? Y en unas rebajas lo compré. Sinceramente no pude hacer una mejor elección. Los 60 hercios se notan con respecto a la versión PAL, porque comparé el NTSC con la versión de la demo, y por el resto, y tras una pequeña investigación, pude confirmar que la única diferencia es el propio idioma. Sí, efectivamente al ser un juego que tiene toques de RPG (muchas misiones, descripciones de cómo completarlas, personajes con los que hablar...) a veces es necesario comprender el idioma, pero para ser sinceros, con un nivel muy mínimo, es posible no solo acabar el juego, sino completar todas las misiones secundarias. Y sino, no hay nada que no puedas hacer con una buena guía. Además, jugarlo en PS Vita es una gozada.
Pero lo más importante de todo, y el motivo principal por el que he realizado esta Zona de hoy, es lo siguiente: todo lo que ofrece el juego más allá de la parte que vimos en la demo es realmente maravilloso. El juego no decae en ningún momento, y nos ofrece un buen puñado de escenarios distintos, con una ambientación lo suficientemente variada como para querer conocer el siguiente, así como una experiencia jugable que gana enteros cada vez que conseguimos una nueva arma, un objeto que no sabemos muy bien para qué servirá, o por supuesto una nueva habilidad para nuestro personaje. Además es largo para el género y la época (entre 8 y 9 horas sin contar las veces que vas a cargar tu partida porque te has muerto), y resulta bastante rejugable por el carisma y la magia que desprende. La banda sonora es excepcional, aunque es cierto que seguramente la mejor melodía es precisamente la inicial, y ofrece una mezcla de géneros realmente adictiva. El único punto negativo claro que le veo, es la poca dificultad de las partes de acción, sobre todo cuando hay enemigos finales de por medio. En definitiva, una obra que cualquier jugador que se precie debería probar, y sinceramente no deberíais huir de la versión USA Import de la Store. Yo rectifiqué y fue de sabio.