El 30 de Septiembre 2022 | 10:30
Muchos de los que hayáis entrado a leer estas líneas quizás lo habéis hecho pensando que ibais a encontraros un texto que destaque las bondades de 'The Last of Us Parte 2', y que ponga la mira en las sombras que pudiera tener 'The Last of Us Parte 1'. Pero nada más lejos de la realidad. La razón de ser de este artículo radica en destacar como el excelente trabajo realizado por Naughty Dog en la primera entrega queda ensombrecido por el nivel de excelencia que logró alcanzar su secuela.
Antes de entrar en detalle comentar que este texto contiene algún pequeño spoiler relacionado con los juegos, pero sin entrar a comentar en profundidad los acontecimientos que suceden en ambos juegos.
Una obra única
Con el lanzamiento 'The Last of Us Parte1' en PS5 hemos tenido la posibilidad de revivir una historia que sigue grabada a fuego en el corazón de millones de jugadores en todo el mundo. La relación que se forja entre Ellie y Joel nos emocionó y nos cautivó a todos, unas emociones que revivimos incluso con mayor intensidad gracias al espectacular acabado técnico que nos proporciona esta nueva versión junto al hardware de PS5.
Es imposible no emocionarse cuando vemos como a medida que avanza la historia se va forjando una relación paterno filial entre la pequeña Ellie y Joel. Mientras ambos se abren paso en un mundo cruel y despiadado, alejado del más mínimo atisbo de humanidad, de los restos de una extinta civilización nuestra amiga va descubriendo un mundo un mundo que ya no existe, un mundo donde los superhéroes protegían las calles (en los cómics) y los niños podían comprar helados en la calle.
Adentrándonos en el papel de Joel, que es el rol que nosotros interpretamos en el primer juego, vivimos en primera persona la evolución de una persona que lo ha perdido todo, pero que sin buscarlo encuentra de nuevo un motivo por el que pelear, un motivo por el que vivir. Esta evolución personal, anímica y emocional del personaje es la misma que vemos en su desempeño en el combate, donde cada vez se va desempeñando con más determinación y claridad. Aunque eso no quita que su movilidad y su forma de actuar nos vaya recordándolo constantemente de que él era un hombre normal, un padre de familia que se ve abocado a una situación límite donde ninguna persona puede prever como actuaría.
Después de revivir esta historia, una vez más, es imposible evitar que se me pongan los pelos de punta al rememorarla y esto me hace pensar que el remastered de 'The Last of Us Parte 1' era totalmente necesario, ya que cualquier aficionado a los videojuegos que se preste debe disfrutar de esta obra maestra por lo menos una vez en la vida. Del mismo modo que revivirla con un acabado digno de cualquier juego de la actual generación (por ejemplo en aspectos como la iluminación, que es sencillamente brutal) es una propuesta difícilmente mejorable.
Pero aquí no acaba la cosa. Toda esta vorágine de emociones que me golpearon estos días rejugando la entrega original me han hecho poner en valor, más que nunca, el trabajo de Naughty Dog con 'The Last of Us Parte 2', donde en mi opinión superaron lo que era prácticamente imposible de superar.
Haciendo gala de las emociones
La forma en la que la primera entrega te golpea emocionalmente, queda minimizada con el torbellino de emociones que nos ofrece una secuela mucho más visceral, donde las emociones y las entrañas de sus protagonistas condicionan mucho más sus conductas y sus acciones. Es cierto que en la primera parte Joel también actúa en muchos momentos impulsadlo por esas emociones, pero en muchos momentos nos muestra una madurez y una templanza acorde con un hombre adulto de su edad, lejos de lo que vemos en la parte dos con Ellie o con Abby, a quienes su juventud en ocasiones les juega malas pasadas con consecuencias inesperadas.
Un comportamiento diferente que también se puede apreciar en el gameplay, en como los diferentes personajes jugarles afrontan las situaciones de combate, ya sea contra otros seres humanos o contra los infectados. Mientras vemos a un Joel mucho más tosco y lento de movimientos, por ejemplo al jugar con las coberturas, Ellie es mucho más ágil, y no tiene problemas para escabullirse por cualquier recoveco como pueden ser los bajos de un coche. Sería lógico pensar que este tipo de acciones y animaciones podrían haberse implementado en el rematered pero... ¿Realmente os imagináis a Joel actuando de esa forma? Yo la verdad es que no.
Pero más allá de esto, que puede parecer algo anecdótico. Lo que realmente pone en valor el excelso trabajo hecho con 'The Last of Us Parte 2' es la forma en la que Naughty Dog consigue jugar con los sentimientos de la persona que está a los mandos. Sinceramente, es el primero juego que yo he sentido que realmente me pone en una contradicción constante, provocando que una vez tras otras mi estado emocional y la percepción que tengo de los personajes cambie con el progreso de la historia, forzando una serie de situaciones donde la línea entre lo bueno y lo malo está totalmente difuminada.
'The Last of Us Parte 1' también me causa un gran impacto cada vez que lo juego, ya que es imposible no empatizar con sus protagonistas. Sin embargo, la línea narrativa provoca que en ningún momento sienta esa sensación de no saber si estoy haciendo lo correcto. Incluso en el gran momento final creo que la mayoría de nosotros actuaría de la misma forma que Joel, aunque esta pueda ser totalmente egoísta.
En definitiva, personalmente sigo sin entender la esperpéntica crítica que se generó en torno a 'The Last of Us Parte 2', pero estoy convencido de que en algún momento, con la mirada fría que nos aporta el paso del tiempo, todos seremos capaces de valorar el soberbio trabajo realizado por Naughty Dog. A título personal me siento un privilegiado por haber podido disfrutar de estos juegos desde el día uno, y lo único que puedo decir es gracias, gracias Naughty Dog por haber creado una saga y una obra que son historia de los videojuegos, que demuestran que este arte no tiene nada que envidiar a otras formas narrativas como el cine.