El 15 de Noviembre 2018 | 22:52
No sé si son los encantos de la aparentemente tranquila ciudad de Bright Falls, el miedo irracional que tenía a la oscuridad cuando era pequeño, o mi predilección por los juegos de acción y/o terror casi por igual. El caso es que 'Alan Wake' me ha dejado completamente pasmado. Sabía que era bueno; incluso que era distinto. Y también tenía el convencimiento de que su trama me atraparía, con excepcionales referencias a series como 'The Outer Limits' (aquí conocida como 'Más allá del límite") o a películas como 'La Niebla'. Sin embargo, el grato recuerdo que ha quedado para siempre grabado en mi corazón supera —y con creces— las expectativas que me había generado. Por otra parte os seré muy franco: si he tardado tanto tiempo en disfrutarlo es porque en su día no disponía de Xbpx 360. Actualmente es posible disfrutarlo no solo en su fomarto original, sino también en Xbox One gracias a su retrocompatibilidad o incluso en PC, gracias a Steam.
Más vale tarde que nunca
El refrán no tiene nada de original ni rompedor, desde luego. Pero lo interesante es que me sirve para matar dos pájaros de un solo tiro. Por un lado, porque hablo de mí mismo, e invito a todos los jugadores que aún no lo conozcan a que salden esa deuda pendiente con uno de los mejores juegos que ha tenido el género. Por otro, porque ese es el mismo refrán que utilizaría para pedirle a Remedy Entertainment que se lance de cabeza a desarrollar la secuela de este juego tan peculiar. Bueno, a Remedy, o por defecto a Microsoft, que es de quien depende la decisión a juzgar por los creadores del juego. Ellos, se mueren de ganas de hacerlo y no es para menos. El argumento es tremendo, pero deja algunas incógnitas al aire.
Además, también resulta completamente inevitable obviar la garra que tiene el mundo que han creado con el juego. Sin llegar a ser lo mismo, Bright Falls hizo grandes méritos para convertirse en una especie de 'Silent Hill'. O por lo menos tiene el potencial para convertirse en algo parecido algún día. Exactamente lo mismo ocurre con los protagonistas y personajes tan carismáticos como 'Barry' (con guiño incluido a 'Resident Evil'): tienen un papel destacado en la aventura, pero su personalidad tiene mucha fuerza y aún se podrían explotar más. No quiero entrar en demasiados detalles concretos para evitar spoilers, pero la maldición de 'Alan Wake' aún tiene muchas historias por "escribir". Sí, los DLC son muy buenos y responden algunos de los interrogantes que suscita la aventura principal. Pero la historia es tan compleja que me niego a dejarlo aquí.
Por otra parte, siento casi tanta curiosidad por saber más de Bright Falls y todo el misterio que lo rodea, como por ver qué sería capaz de hacer Remedy con la tecnología actual. Sí, 'Quantum Break' o incluso 'Control' pueden ser ejemplos de ello, pero yo me refiero en un juego donde el trato de la oscuridad y de la luz es tan importante. Porque si tuviera que quedarme con uno solo de los aspectos jugables de 'Alan Wake', lo haría con ese hilo tan fino entre lo visual/narrativo y la propia jugabilidad. A la forma tan original de derrotar a los enemigos, hay que sumarle otros muchos detalles que lo siguen haciendo único a día de hoy. En otros aspectos es más rudimentario y se le notan los años, pero quizás es ahí donde entraría en juego lo que Remedy quería que fuese 'Alan Wake' y nunca fue: un juego de mundo abierto. ¿Os imagináis una Bright Falls en la que cuando "La Noche se Levanta" todos los ojos son pardos y nosotros podemos campar a nuestras anchas haciendo lo que queramos? Yo, por si acaso, vigilaré bien lo que escribo en próximos artículos de opinión. No vaya a ser que se conviertan en realidad...