PLACERES ALTERNATIVOS

'Sea of Thieves' no siempre es divertido y eso no es malo

Durante la beta cerrada de este futuro lanzamiento hemos experimentado mucho más que diversión.

Por Marco Gonzálvez 1 de Febrero 2018 | 16:14

Contra todo pronóstico en los últimos días he tenido la oportunidad de ponerle las manos encima a 'Sea of Thieves', a pesar de no tener una Xbox One el notable trabajo de optimización de Rare me ha permitido experimentar lo que ofrece este futuro lanzamiento en un ordenador que ya estaba desfasado cuando se compró en 2014. El tiempo que he pasado con la beta cerrada de esta odisea pirata es sin duda una de las últimas grandes experiencias que he vivido con un videojuego.

Lobos de mar

El atractivo principal de este juego que en el momento de su presentación no nos cautivó a muchos es el juego en cooperativo, la posibilidad de subir a bordo de un auténtico barco pirata con amigos y lanzarnos a la búsqueda de tesoros con mapas que portan equis rojas y otros jugadores cuyos barcos asaltar y cuyos botines saquear. A pesar de ello he pasado el 90% de las horas de juego en la susodicha beta cerrada en solitario, casi todas ellas ajeno a la caza de tesoros y mucho más a la de otros jugadores.

Aunque la idea de compartir mi breve experiencia con el juego me lleva rondando casi desde el primer día, ha sido el texto "Why I love sailing alone in Sea of Thieves" de Robert Purchese en Eurogamer UK el que me ha animado a terminar haciéndolo, porque subrayo cada una de sus palabras punto por punto. Resulta, por tanto, complicado continuar con el texto sin que parezca que traduzco y hago mías las palabras de Purchese, pero lo intentaré.

No voy a decir que no haya disfrutado especialmente del par de horas que dediqué a jugar en cooperativo con mi compañero Raúl Manero en 'Sea of Thieves'. Mentiría. Pero sí diré que jugar en solitario en este título te aparta de dos acepciones muy distintas del concepto "ruido". Por un lado te aparta del ruido de los tiroteos, de la acción, de las conversaciones atropelladas entre varias personas para aclarar quien suelta las velas, quien levanta el ancla y quién se hace cargo del timón. Por otro lado te aparta del ruido de la actualidad del videojuego. Ese ruido que generan expresiones como "falta de contenido", "problemas en los servidores", "falle el endgame". Expresiones todas que eventualmente podrán afectar a 'Sea of Thieves' cuando se ponga a la venta, pero que ni proceden durante una beta cerrada ni me interesan lo más mínimo en el pequeño universo que genero cuando juego solo, ajeno a cualquier contexto industrial o social.

Lo que intento decir es que en 'Sea of Thieves' se encuentra (o más bien encuentro) una experiencia que no se pone en la contraportada de los juegos, que no aparece en los análisis o que no se usa para recomendar un producto cualquiera. Encuentro calma, belleza e introspección en momentos que no definiría como divertidos en absoluto. Encuentro una paz extraña en hacerme cargo de un barco yo solo. Salir de la taberna, subir a la embarcación, levar el ancla, bajar las velas, coger el timón. Son acciones que podrían considerarse mecánicas en cualquier otro juego, pero aquí la necesidad de hacerlo todo de una forma relativamente manual aporta una inmersión que no consiguen muchos otros videojuegos en sus respectivos ámbitos.

Venir a reivindicar en 2018 que un videojuego no tiene que ser divertido para aportar algo a alguien es, como mínimo, una estupidez. El videojuego ya ha conseguido aportar mucho más que ocio durante años. Ha sido vía para expresar sentimientos, contar historias y reivindicar casi desde sus primeros pasos. Pero considero que un breve recordatorio cada pocos meses de que detrás de la pompa publicitaria y los cánones que aseguran ventas hay mucho más, incluso en los AAA. Y a lo mejor tiene razón Erik Kain cuando dice en Forbes que "'Sea Of Thieves' Is Not A Game For Solo Players", pero puede que esos jugadores solitarios no siempre quieran jugar.

'Sea of Thieves' es un videojuego que seguramente ni pueda comprar cuando se ponga a la venta, pero no puedo dejar de halagar el cariño que Rare ha puesto en cada detalle de esta aventura. Me preguntaba hace unos días un amigo si había vuelto "La Rare buena", no tengo ni idea. La mejor Rare que yo conocí fue la de 'Viva Piñata', pues sus trabajos anteriores me pillaron a otras cosas. Lo que sí sé es que cuando me hablen de "La Rare buena" yo pensaré en la que está detrás de 'Sea of Thieves'.

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