El 5 de Junio 2018 | 12:15
Pongámonos en situación: durante la gran batalla que se espera en la octava temporada de 'Juego de Tronos', tanto Daenerys como Jon son derrotados y fallecen. Cersei es asesinada, Jaime perece luchando. Tyrion sabe que jamás será aceptado como rey. ¿Qué opciones nos quedarían? Es una situación bastante catastrófica, pero teniendo en cuenta cómo suelen pasar las cosas en esta serie... Es de esperar que el año que viene tengamos más de un luto, y quién sabe si podríamos acabar viendo cómo todos los posibles reyes y las posibles reinas acaban muriendo a mano de los Caminantes Blancos.
Imaginemos que, pese a que todos han muerto, han ganado la batalla contra el Rey de la Noche, y ahora Poniente debe reestructurarse y comenzar desde el principio. ¿Quién debería sentarse en el Trono? Mi apuesta es segura: Sansa Stark.
No hay nadie más preparado para reinar que ella
Seamos realistas, no hay nadie que se haya preparado más para llegar al trono que ella. Sí, Daenerys, pero en nuestro futuro hipotético la madre de los dragones ya ha fallecido, con lo cual no cuenta. Sansa lleva toda su vida siendo educada para tomar posesión de un puesto como este, para tomar el poder y convertirse en reina; era lo que iba a hacer hasta que Joffrey decidió que sería buena idea cortarle la cabeza a su padre y convertir a todos los Stark en una familia de "traidores" al Trono.
Sansa sabría reinar por y para el pueblo, porque para eso la educó su padre. Lleva los valores de la casa Stark en la sangre, y sabe lo importante que es el puesto de reina; además, no tendría ningún inconveniente en tener a Tyrion como Mano, puesto que sabe que el enano jamás la ha traicionado, y que siempre se ha mostrado dispuesto a ayudar. Ella comprendería lo que Cersei nunca pudo entender: que es a los ciudadanos de a pie a los que se debe, que son ellos los que deben apoyar su reinado si quiere que reine la paz en Poniente. Por mucho que la apoyen los nobles, o que se imponga por la fuerza, la mayoría continúan siendo campesinos y comerciantes que dependen de su buen hacer para continuar con sus vidas.
Desde el primer momento se ha menospreciado a Sansa por tener ambición, pero es que precisamente la educaron para eso: para ser una dama, una reina, una gobernanta. Y con el paso de los años (y las temporadas) no ha hecho más que demostrar que no fue en balde, ni mucho menos, puesto que se ha transformado en una mujer fuerte e independiente. Independientemente de que la misoginia de algunos no les permita ver en ella a la vez a una mujer fuerte y a una mujer femenina, lo cierto es que ella conjuga a la perfección ambos papeles: es dama y es guerrera, sin necesidad de coger un arma porque no es eso lo que se le da bien. Ella, como cualquier rey o reina que se precie, maneja desde detrás.
Si Sansa ocupase el Trono de Hierro, Poniente seguramente tendría una larga época de paz y prosperidad. Y, sin duda, el Norte sería para Arya, la viva imagen de Nedd Stark y la heredera que esta parte de Poniente necesita para recuperar la fuerza perdida, y el honor arrebatado. Visto así... No me importaría tanto que todos murieran, si con ello Sansa pudiera reinar.