El 14 de Marzo 2018 | 10:31
Pocos personajes hay en 'Juego de Tronos' capaces de despertar emociones tan contradictorias en los seguidores como Sansa Stark (Sophie Turner) , la mayor de las hijas de la familia Stark. Si bien es cierto que hay quien la defiende a capa y espada, y señala todos los aspectos positivos de este personaje, la gran mayoría opta por criticarla por las decisiones que tomó en el pasado, sin tener en cuenta ni su contexto ni todo lo que ha evolucionado desde que se enamoró de Joffrey Baratheon.
Personalmente, me sitúo en el primer bando. Porque, para mí, Sansa Stark (junto con Cersei Lannister) es la prueba viviente de que los personajes de las novelas y las series pueden llegar a ser tan complejos como las personas de carne y hueso. Pueden tener una evolución, pueden cambiar, pueden aprender de sus errores y, sobre todo, pueden rectificar.
Sansa comenzó la serie siendo tan solo una chiquilla que había sido educada para seguir un rol muy marcado: ella debía convertirse en una doncella exquisita, dulce y delicada, para así encontrar un marido que contentara a sus padres y la honrara. Esa era su máxima aspiración, porque es lo que le habían dicho que debía serlo. Sí, Arya se crió en el mismo entorno y acabó siendo totalmente diferente, pero es que sus personalidades no tienen nada que ver. Sansa es mucho más dócil y más dulce; puede tener algo que ver el hecho de que fue la mayor de las hijas, y asumió antes que debía servir de ejemplo para su familia.
Mas no se puede juzgar a una persona ni por el entorno en el que se cría ni por los valores que asume de su familia (siempre y cuando estos no impliquen un claro desprecio de los derechos de los demás, claro). Criticar a Sansa por cómo decidieron educarla es tan injusto como absurdo.
Sí, se enamoró de Joffrey... Siendo una niña
El mayor error de Sansa fue que se enamoró Joffrey. Pero, siendo fieles a la verdad, no se enamoró de él como persona, sino que se enamoró de su posición en la familia real. A fin de cuentas, Joffrey iba a ser rey en el momento en el que su padre falleciera, y eso implicaba que su esposa sería reina. La mejor forma que Sansa tenía de cumplir con todo lo que le habían enseñado desde que era pequeña era convertirse en reina, y así proporcionar un futuro a la familia Stark más allá de Invernalia.
Pero todo cambió en el momento en el que Joffrey acusó a su padre de traición. Fue como un jarro de agua fría para Sansa, y su forma de ver el mundo se transformó. A partir de ese punto, ella lo único que hizo fue luchar por sobrevivir y, en un futuro, vengarse de aquellos que habían dañado a su familia. Básicamente lo mismo que hizo su hermana Arya, aunque en condiciones totalmente diferentes; y no sabría cuáles de esas decisiones tuvo peores repercusiones. Porque Arya viajó mucho, pero Sansa también tuvo que sufrir grandes torturas.
A lo largo de toda la serie, Sansa ha demostrado cuánto puede evolucionar una mujer; cómo el paso de niña a adulta cambia a una persona. Se ha mantenido fiel a la educación que le dieron sus padres, ha demostrado ser una digna sucesora de su progenitor, y, aún así, también ha sido capaz de adaptarse a las circunstancias. Jamás ha traicionado a su familia, pese a que las circunstancias la hayan empujado a hacerlo para sobrevivir, y siempre ha tenido claras sus prioridades. Pero, aún así, se la critica.
Sansa es un ejemplo a seguir
Pese a todas las críticas (muchas de ellas misóginas) que se hagan de Sansa, pese a lo mucho que se la compare, a modo de desprecio, con Arya, lo cierto es que la futura reina en el Norte (o eso espero) ha demostrado ser todo un ejemplo a seguir. Criticarla por ser femenina es, como he señalado, misógino; porque se tacha lo femenino como algo negativo, como signo de debilidad, y se realza lo masculino (que en este caso sería Arya, puesto que es un personaje que rompe totalmente con los estereotipos de género) como lo válido.
Sansa es femenina, sí. Pero también es fuerte, inteligente, y ha conseguido grandes cosas en su joven vida. Ha salido casi indemne de todas las batallas que ha luchado, y ha usado todos los instrumentos que ha tenido a mano para salvar a su familia y mantenerse en el poder. Porque sí, claro que Sansa quiere el poder, pero como prácticamente todos los personajes de 'Juego de Tronos'. En cierto modo, Sansa se parece mucho a Cersei... Aunque de eso ya hablaremos en otra ocasión.