Es difícil de comprender lo que está sucediendo con Xbox en el año 2017, que se aventuraba prometedor con el lanzamiento de Xbox One X, y que está resultado verdaderamente complicado para la compañía. Un camino retrospectivo a lo que ha venido sucediendo en los últimos meses nos lleva directamente a pensar en la cancelación de 'Scalebound', en el cierre de los emblemáticos Lionhead con la consiguiente cancelación de 'Fable Legends', en el anuncio de que los próximos juegos de Remedy serán multiplataforma, así como el retraso a 2018 del 'Sea of Thieves' de Rare, y ahora, al ser el último clavo ardiente al que Microsoft se aferraba, el anuncio de retraso de 'Crackdown 3' cae como un jarro de agua fría.
Con el lanzamiento de Xbox One X fechado para el 7 de noviembre, el juego destacado para la salida de la consola era justamente 'Crackdown'. 'Forza Motorsport 7' es, sin duda, el título más adecuado para exprimir la capacidad del nuevo hardware, pero el hecho de que, salvo nuevos giros en esta historia, 'Forza' llegue unas semanas antes, convertían a 'Crackdown 3' en inesperado protagonista al ser el de lanzamiento simultáneo con la nueva plataforma. El retraso, así, no supone el mayor impacto para 'Crackdown 3', sobre el que se suma una nueva capa de neblina de sospecha, sino que resulta un golpe directo para la salida de Xbox One X.
Ahora mismo, y me repito, la nueva consola resulta un hardware especialmente interesante. Creo que la apuesta de Microsoft en cuanto a su planificación de su ecosistema está contextualizada en los tiempos con la coherencia necesaria para que tenga sentido. De esta forma, la nueva cosola representa un plan de continuidad en Xbox en el que la experiencia es escalable al desembolso que uno quiera hacer: desde el más adinerado con su PC y PlayAnywhere, hasta las diferentes versiones de Xbox One, pero todos con un catálogo común en la cabeza. Todo correcto sobre el papel, un precio razonable para el nuevo sistema, y unas especificaciones a la altura de lo prometido. ¿El problema? Que se avecina el lanzamiento de consola más desprovisto que soy capaz de recordar.
El caso PS4 Pro
Evidentemente disponemos de todo el enorme catálogo de Xbox One existente y completamente funcional en Xbox One X, pero sin un juego verdaderamente relevante que coincida con el día de lanzamiento de la máquinia, los potenciales incentivos para que el 7 de noviembre nos llevemos a casa una nueva consola se desvanecen. No hablo en el aire, no especulo, simplemente miro directamente a PS4 Pro. La consola Pro de Sony también llegó a las tiendas sin un título destacado y simultáneo que incentivase pasar por caja el día uno. En el caso de Sony no resultó especialemnte importante, porque el mensaje de la compañía siempre fue que PS4 Pro es una opción más, y la empresa dedicó más empeño en convencer a los usuarios de la PS4 estándar de que seguían siendo protagonistas, que en imponer PS4 Pro como la opción necesaria. Con el retraso de 'Crackdown 3' a Xbox One X cada vez se le pone más cara de PS4 Pro. De opción complementaria, pero no protgaónica. Creo que aquí está el error.
Sony, en el lanzamiento de PS4 Pro, debía preocuparse de cuidar con celo a la base instalada de usuarios en la consola al encontrarse en una posición de dominio. PS4 Pro, bajo este prisma, se descubre como un movimiento orientado a exprimir los beneficios de un sistema que funciona a nivel comercial, como es la cuarta PlayStation. Sin embargo, la función de Xbox One X es, o debería ser, más la de punto de reinicio. Tiene cara de segunda oportunidad. Microsoft, igual que Nintendo ha hecho con Wii U y el relevo a Nintendo Switch, creo que está en una posición en la que se antojaría comprensible que fuese agresiva con el lanzamiento de Xbox One X, y no tan considerada con los usuarios de la Xbox One convencional. Con más garra en el lanzamiento el resultado posible sería ganar terreno en la base de consolas instaladas, lo que repercutiría también de manera positiva, al compartir catálogo, en los usuarios actuales de la Xbox convencional. Creo que esta sería una mayor recompensa para todo usuario de Xbox, que el hecho de que Phil Spencer nos mantenga en sus oraciones.
Queda Gamescom, sin duda, pero el plazo de maniobra hasta noviembre es tan corto, que se antoja complicado que Microsoft encuentre en apenas cuatro meses el juego que nos venderá una Xbox One X el día del lanzamiento, más allá de 'Forza Motorsport 7'.