El 8 de Noviembre 2016 | 17:46
Retrocedamos bastante hasta aproximadamente 2010 o 2011, cuando los indies habían empezado a llegar al público mainstream. El Humble Indie Bundle era para entonces una revolución porque a muchos usuarios nos introdujo el concepto de juegos independientes, especialmente a los que teníamos un PC poco más que para ir por los ya desiertos foros de Internet y proveníamos del mercado de consolas. Nos introdujo a juegos como 'Gish', 'Machinarium' y 'World of Goo', que era de una calidad muy elevada y la gente vio que entonces los juegos independientes eran viables.
No nos engañemos, el Humble Indie Bundle fue una promoción estupenda y ha creado la Humble Store, que dentro de lo que cabe, es una buena alternativa a comprar directamente en Steam. Debido al éxito del Humble Bundle, el sector del videojuego empezó a apoyar esos juegos independientes, e incluso los fabricantes de consolas les empezaban a dar espacio en sus conferencias del E3 porque conseguían juegos a mayor ritmo, ya que sus AAA tardaban mucho en salir.
Fue una muy buena época para ser un equipo pequeño, y ejemplo de ello tenemos a 'Minecraft' que es un icono moderno, o el exitoso 'Undertale', el que nadie esperaba que fuese a ser un juego con un seguimiento masivo, que no de culto.
El juego medio tiene mucho público que explotar
Sin embargo, la pasión por los indies ha pasado a mejor vida, ahora para muchos no son más que los juegos baratos o de marca blanca y ya no gozan de esa magia de antes. Quizás porque, simplemente, se ha visto que son títulos de bajo presupuesto y equipos pequeños, mientras los medios y muchos jugadores ignorábamos el grueso de los juegos "medios".
Se trata de esos juegos que son algo más que indies y tienen cierta visión de mercado más allá de hacerse por placer y hacer algo personal, pero no bajo la presión de tener millones de compradores como 'Call of Duty'. Durante la pasada generación, prácticamente los ignoramos al quedarnos con los dos extremos del desarrollo del videojuego y el público general se perdió muchas joyas como 'Yars Revenge', 'Nier' (ahora con medio mundo deseando la secuela), 'Eat Lead. The Return of Matt Hazard', 'Majin and the Forsaken Kingdom', 'Malicious', 'Tokyo Jungle', 'MotorStorm RC', 'Remember Me', 'Dragon's Crown' y tres títulos de 'Yakuza'. Es una pena que muchos juegos de tamaño mediano, y más que me he dejado por no conocerlos, se queden en el olvido, como títulos de los que disfrutar mientras esperas que salga el AAA de turno que esperas cada año.
Hay muchas joyas por descubrir, pero por suerte para ellos y los desarrollos de tamaño medio, les tocó vivir en una mala época con unos medios y redes sociales más limitados, y hoy pueden triunfar mucho si saben llegar a su público. Voy a poner un ejemplo reciente que me gusta: hace meses empecé a ver que se hizo popular el juego para móviles 'Mystic Messenger', del cual no leí ni una noticia en medios especializados en juegos.
No podía calificarlo como un juego independiente, porque la desarrolladora Cheritz no es precisamente pequeña, pero no entra en el grupo de AAA. Era un juego mediano en toda regla, y a la gente le encantaba y hay público para ello. Vi cosplays de él en la Japan Weekend y en Madrid Gaming experience (una feria más pensada para el consumidor mainstream, lo cual tiene ya de por sí mérito); y una noticia que escribí sobre el juego y que tendrá traducción al castellano tiene un tuit que es de los más populares de la cuenta de Zonared según Favstar, el tercero si no incluimos los de sorteos.
Podría ser un caso aislado, pero hay muchos más, como casi todos los desarrolladores de renombre que han decidido irse de empresas grandes y financiar sus juegos mediante crowdfunding con cifras que llegan a los millones de dólares, como 'Shantae', 'Wasteland', 'Psychonauts', 'Mighty No. 9' y muchos más. Son juegos tan válidos como todos esos que optan a Juego del Año, y de ejemplo de títulos medianos que han triunfado tenemos 'The Walking Dead' y los juegos de Telltale Games que vinieron a continuación, los inicios de 'The Witcher' antes de que CD Projekt RED se convirtiera en una especie de mesías, o la quinta venida de Cristo que es para muchos 'Life is Strange'
Igual me estoy yendo mucho por las ramas, pero creo que se intuye el mensaje que quiero transmitir: no todo es un indie, no todo es un AAA, hay muchos más juegos por descubrir. Puede que no tengan el status y no te pongan una pipa, monóculo y bigote atusado como lo sería 'Braid', pero son juegos que pueden dar mucha diversión con algo menos de dinero. También tienen un mayor factor sorpresa al no estar bombardeados con información de ese indie que promete cambiar nuestra vida, o ese juego producido en masa con publicidad que quiere meternos la idea de que lo necesitamos.