El 28 de Marzo 2019 | 21:29
La semana pasada aproveché el artículo de opinión para recordar con todos vosotros un juego mítico de Konami (con motivo de su 50 aniversario) que, en realidad, no es todo lo conocido que debería. Y aunque parezca poco original, un aniversario es de nuevo el motivo de mi nuevo artículo. Pero nada es casualidad. Para mí no es tanto la importancia de la efeméride en sí, sino más bien el hecho de que es la conexión con la actualidad para hablar de algo que me apasiona: lo retro. Y si encima esa conexión es todavía más evidente por otros motivos, mejor.
Un debut endiablado
Más que nada porque hoy quiero hablaros de 'Painkiller', el primer juego de la hoy tan conocida People Can Fly. Esa misma compañía polaca que desarrolló el genial 'Bulletstorm', que se acaba de anunciar para Nintendo Switch (ahí esa conexión extra) y que ahora se encuentra enfrascada en un nuevo shooter AAA para Square Enix. Sin embargo, en el lejano 2004, ellos ni eran tan conocidos, ni habían trabajado con Epic Games en el desarrollo de 'Fortnite' o en juegos de la saga 'Gears of War'. Y es justamente por eso que aquel primer 'Painkiller' (porque hay unos cuantos...) fue tan importante. ¿Pero qué ofrecía exactamente? ¿Acaso lo dudas? Evidentemente era un shooter.
Aunque por otro lado, no se trataba de un shooter cualquiera. Más bien era un FPS con un estilo muy particular. En primer lugar porque, a nivel jugable, seguía la premisa de los títulos míticos de Id Software, donde primero tienes que disparar y luego si eso ya pensarás. Y en segundo lugar porque su ambientación era tremendamente carismática. Aunque más que carismática se podría definir con otras palabras como infernal, diabólica o terrorífica. Y, en cambio, en ningún momento era un survival. De alguna forma, podríamos decir que era el 'Devil May Cry' de los shooters, donde lo importante era la acción, el estilismo y una buena dosis de Heavy Metal.
Nosotros encarnábamos a Daniel Garner, quien en la intro del juego sufría un accidente de coche con su mujer. Ambos morían, pero mientras ella ascendía al cielo... él se quedaba vagando por el purgatorio. Y después de pasar ahí mucho tiempo, un ángel le proponía algo: purgar sus pecados y encontrarse de nuevo con su mujer si detenía a las fuerzas del Infierno, que estaban empezando a subir para crear una guerra sin precedentes. De esa forma, nosotros recorríamos distintos niveles que, teóricamente, transcurrían dentro del purgatorio, y que con la excusa estaban basados en distintas épocas de la historia. Desde la Europa medieval, hasta Babilonia, pasando por las Cruzadas o el siglo XIX. ¡Incluso la era moderna!
El resultado final era un juego de acción frenética en el que, a pesar de que todo sucedía oleada tras oleada de enemigos (y hablamos de cientos de ellos), no se hacía repetitivo. Eso ocurrió más tarde, cuando los tiempos evolucionaron y la saga se quedó atascada. Por eso hoy quiero recordar el título original. El único que fue desarrollado por People Can Fly y el que recibió excelentes críticas. Posteriormente salió también una expansión (Battle Out of Hell) y hoy en día es fácil encontrar la edición completa en Steam por cuatro duros ('Painkiller: Black Edition'). Incluso hay que recordar que existe una versión para la primera Xbox y un remake para PC, PS3 y Xbox 360 (llamado 'Painkiller: Hell & Damnation'), al cual pertenecen las imágenes de este texto, y que está bastante bien, aunque mezcla los niveles de un modo algo diferente al original, tomando también algunos de la expansión pero con ciertas ausencias destacables.
Feliz cumpleaños
Para terminar y celebrar el 15 aniversario que pronto tendrá lugar (el juego salió el 12 de abril de 2004 en Estados Unidos y el 16 del mismo mes aquí), os diré con qué me quedaría de todo lo bueno que tenía el juego. No es ni con los gráficos, que en aquel momento eran espectaculares y encima estaban bien optimizados para ordenadores reguleros. Ni siquiera esa ambientación tan excepcional o la música cañera que tenía. Me quedo con el diseño artístico de los enemigos. En cada nivel se repetían hasta la saciedad, si. Y la IA de estos era absurda (le daba un toque de humor interesante), pero cada fase añadía sus propios enemigos y, al final, estabas deseando ver cuál era el siguiente. Algunos verdaderamente originales y chulos. Y os confesaré algo: pocos juegos consiguen que mi adrenalina suba tanto como cuando vas a por un "monje" de 'Painkiller' escopeta en mano... Y sino probad vosotros mismos.